Un vídeo grabado por un vecino propicia la apertura de una investigación
Las denuncias sobre vertidos al río Guadaíra son constantes como también son frecuentes los episodios de mortandad de peces, hedor o la aparición de espuma en la lámina de agua. Pero esta vez un vecino ha podido grabar el origen de uno de esos vertidos incontrolados al río que atentan contra el ecosistema del Guadaíra. Unas imágenes que ya han llegado al Seprona, que abrió hace unos días una investigación para identificar al camionero que podría haber incurrido en un delito medioambiental.
Las imágenes se colgaron hace unos días en una página de facebook y han indignado a los vecinos por la impunidad que muestran. A plena luz del día, un camión vacía miles de litros de residuos, cuya naturaleza se desconoce aunque algunas fuentes apuntan a que podría ser salmuera. El vídeo se grabó en el descansadero de Trujillo, junto a la carretera que une Alcalá con Morón. El camionero situó el vehículo de espaldas al río y vació el contenido de los residuos de la cisterna.
Algunos vecinos de la zona explican a ABC que es de sobra conocido cómo se producen vertidos en el río aunque suele coincidir con días de lluvia en el que cauce tiene más agua y se persigue disimular así la acción contaminante. En abril, la plataforma cívica Salvemos el Guadaíra denunciaba un vertido de aguas fecales a la altura del parque Oromana; si bien, en esta ocasión los denunciantes señalaban a un posible problema en el colector y reclamaban una intervención urgente en la infraestructura para acabar con los vertidos. Los ataques al Guadaíra son ya históricos. Como afluente del río Guadalquivir ha canalizado durante décadas los vertidos que se producían desde la zona sur de Sevilla o el municipio de Alcalá de Guadaíra.
31 expedientes en 2020
En el año 2020, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir inició 31 expedientes sancionadores por vertidos en la cuenca de dicho río -algunas de las actuaciones en coordinación con el Seprona de la Guardia Civil-; además implantó medidas para mejorar la calidad de sus aguas como establecer límites más exigentes en los vertidos ya autorizados y conectar a las depuradoras algunos vertidos que permanecían sin tratamiento. A principios de este año, se anunciaba también la instalación de un sistema de monitoreo en continuo para vigilar la calidad de las aguas. El Molino de la Aceña fue el punto elegido para albergar la estación de alerta. Con ello, la Confederación perseguía aumentar la vigilancia y control para la detección temprana de potenciales episodios de contaminación y/o vertidos.