Condenan a muerte al hombre que asesinó a la novia de Ashton Kutcher en 2001
El conocido como ‘Destripador de Hollywood’ le asestó 47 puñaladas. También mató a otra joven en 2005
Nunca olvidará aquel 21 de febrero de 2001. Ashton Kutcher, que por aquel entonces ya se había hecho un nombre en Hollywood, había quedado para cenar con su novia, Ashley Ellerin, una estudiante de diseño de moda de 22 años. Pero sus compromisos laborales le retrasaron dos horas y, aunque llamó para avisar, no le cogió el teléfono. Cuando llegó al domicilio de la joven en Los Ángeles, ya era tarde. Nadie le abrió la puerta. Pensó que se había ido, enfadada por la tardanza. A la mañana siguiente su cuerpo fue hallado sin vida por su compañera de piso. Le habían asestado 47 puñaladas.
Siete años después detuvieron a Michael Gargiulo, un técnico de aire acondicionado de 45 años que, por aquel entonces, vivía cerca de la joven. Tras años de larga espera en los que el propio Kutcher tuvo que testificar, el juez de la Corte Superior del condado de Los Ángeles acaba de sentenciarlo a muerte.
Además de Ellerin, el conocido como «El destripador de Hollywood» asesinó también a María Bruno en diciembre de 2005 y, tres años más tarde, lo intentó con Michelle Murphy, de 26 años, pero fracasó. Precisamente al dejar con vida a esta última, pudieron atraparle. Tiene también otro juicio pendiente en Illinois por el asesinato en 1993 de Tricia Pacaccio, de 18 años.
Su «modus operandi» era siempre el mismo. Primero las elegía en el vecindario, después fingía un encuentro casual con ellas para conocerlas, las acechaba durante semanas y después entraba en sus casas para asesinarlas.
Más de 100 testigos
En mayo de 2019 le declararon culpable después de que más de 100 testigos declarasen en el juicio. Fue clave, además del testimonio de Michelle Murphy, el de Kutcher, que llegó a reconocer en el estrado que, antes de marcharse de la casa, vio a través de uno de los cristales manchas rojas en el suelo pero pensó que se trataba de una copa de vino tinto derramada. «La cagué. Asumí que ella habría salido porque yo había llegado tarde y que estaría enfadada conmigo», dijo.