Pequeñeces a lo grande
Antes del advenimiento de la pandemia y de los ‘cayetanos’ llegó a fundar un partido político para convertirse –decía– en líder de la «generación millennial», pero a estas alturas se conforma con hacerse el loco, en el más amplio e inclusivo sentido de la palabra, para rebajar las penas de cárcel que va sumando en los juzgados. Impostor de altos vuelos, el Pequeño Nicolás suma y sigue. Ayer le cayeron otros tres años de prisión por usurpación de funciones y cohecho, manifestaciones propias de su ya acreditada y atenuante anomalía psíquica.