ABC (Sevilla)

«Si algo tiene este equipo es que sabe levantarse»

Tras perderse por el Covid-19 el Europeo, afronta con más ganas estos Juegos en los que España aspira al podio

- EMILIO V. ESCUDERO ENVIADO ESPECIAL A TOKIO

La voz de Alba Torrens suena amable al otro lado del teléfono, como siempre. Da igual que hace unos días pasara uno de los episodios más amargos de su carrera, apartada del Europeo a solo unas horas del inicio tras haberse contagiado de coronaviru­s, porque la jugadora de la selección siempre tiene una sonrisa para acompañar su discurso reflexivo. Conversaci­ón que discurre fluida mientras espera su estreno en los Juegos de Tokio, cita que el equipo tiene marcada a fuego tras la decepción del Eurobasket celebrado en Valencia.

—¿Cómo cambian las cosas en un momento, no?

—Totalmente. Siempre vivimos en incertidum­bre, pero parece que ahora un poco más que nunca. Lo que decimos de vivir el momento cobra más sentido para mí por todo lo que me ha pasado. Con el coronaviru­s, en un momento te cambia la vida y los planes que tienes hechos se van a la papelera. Tenía muchas ganas de jugar el Europeo, pero no pudo ser por el positivo. Entonces, lo que intenté fue coger un poco de distancia, ver que tanto Tamara Abalde (la otra contagiada) como yo estábamos bien, que es lo importante. Aunque doler, duele, no le voy a engañar. Tenía mucha ilusión y me quedé con las ganas.

—¿Le dio muchas vueltas a la cabeza sobre cómo se pudo contagiar?

—No. No. Siendo sincera, no. Estaba tranquila. Intenté hacer las cosas lo mejor posible. Estábamos en burbuja, tomé las medidas... No recordaba contactos fuera de la burbuja, pero no lo podemos controlar mucho. Lo pensé, pero no le di muchas vueltas porque ya no tenía solución y opté por pensar en el presente, en estar lo mejor posible y en recuperarm­e para el futuro.

—Y ahora, ¿ve cierta psicosis en el vestuario por extremar las precaucion­es para que no ocurra algo igual?

—No, porque es que siempre las tenemos muy presentes esas precaucion­es. Ahora y entonces. Seguimos haciendo lo mismo, estábamos en la burbuja y ahora igual. Estamos viviendo una pandemia y nadie está libre de contagiars­e. No se puede controlar todo y hay que vivir con ese pequeño riesgo de contagio que le puede pasar a cualquiera.

—¿Cómo recuerda el momento en el que le dicen que se perdía el Europeo?

—Pues fue un momento muy amargo. Muy duro. No me lo esperaba. Intenté tomar perspectiv­a, pensar en positivo y estar bien. Sabiendo lo peligroso que está siendo para todo el mundo y el daño que está causando en todos los sentidos, en mi caso lo importante fue dar gracias por no estar peor.

—¿Se parece la sensación a la de tener una lesión?

—Son cosas diferentes. Quizá tenemos más asumido que las lesiones forman parte de nuestro deporte, pero esto es algo nuevo. Si acaso es parecido por aquello de que te llegan ambas cosas de manera inesperada y te pillan con la guardia baja.

—Se sufre mucho desde la grada, pero ¿cuánto se sufre desde el hotel?

—Uffff, pues mucho más. No fueron momentos fáciles. Estaba en la habitación, sola, viendo los partidos y se hacía muy duro. Sufría mucho en cada encuentro, pero también en el resto del tiempo. Intentaba estar cerca de ellas de alguna manera, con mensajes y llamadas, pero no es lo mismo. Sí que se pasan muchos más nervios estando lejos que cuando estás en la cancha.

—Decía Laia Palau que se han regalado mucho amor estos días, ¿es ese el motor del equipo?

—Sí. Muchas veces, cuando no encontramo­s la respuesta a un problema, lo que hay que hacer es regalar amor. El amor es la respuesta para casi todo. A menudo nos complicamo­s y basta con el cariño para ayudar. El amor, el apoyo, el cariño… Esos días se demostró lo unidas que estamos. Va más allá del baloncesto y se puede aplicar en la vida. El amor es lo que hace que sigamos en este mundo.

El reto de Tokio

«Hay que soñar en grande. Yo lo hago y el equipo cree que se puede

lograr una medalla»

—No pensamos en eso. Son cosas independie­ntes. Pensamos en la primera fase de grupo, en hacer bien las cosas. ¿Soñar? También, por supuesto que sí. Hay que soñar en grande. Yo soy de esas y el equipo sueña con lograr una medalla y eso es bueno. Hay que creer en las cosas para poder conseguirl­as, pero a la vez hay que ser realistas y dejarlo ahí aparcado ese sueño y centrarnos en Corea y en ese primer partido de la primera fase.

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—Primera fase donde podrán tener ya revancha ante Serbia…
—Visto lo bien que lo hicieron las jóvenes en el Eurobasket, ¿se debe hablar de ellas de presente?
—¿Piensa en las medallas para compensar la ausencia de España en el próximo Mundial?
—¿Y el vestuario cómo se lo encontró tras la decepción del Europeo? —Primera fase donde podrán tener ya revancha ante Serbia… —Visto lo bien que lo hicieron las jóvenes en el Eurobasket, ¿se debe hablar de ellas de presente? —¿Piensa en las medallas para compensar la ausencia de España en el próximo Mundial?
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