El efecto gominola
su cuenta los 122 participantes inferiores a 1.200 euros se completarán hasta esa cantidad, y a una tercera en 2023 en la que los 1.500 participantes recibirán los 1.200 euros mensuales, pero pagarán un impuesto simulado del 50 por ciento sobre todos los demás ingresos. Así podrá compararse su comportamiento en cada uno de los periodos.
Schupp cuenta con experiencias anteriores, en las que, por ejemplo, entregó mil euros al mes durante un año a más de 650 personas seleccionadas al azar. «Solo unos pocos cambiaron de trabajo, nadie se volvió perezoso. Al contrario: la gente floreció, vivió vidas más saludables y sociales, tomó decisiones más audaces, se educó y fundó empresas, incluso entre aquellos que ya tenían suficiente dinero para vivir cómodamente», apuntan esos resultados preliminares. «Nuestra asociación Mein Grundeinkommen funciona como una empresa moderna: construimos prototipos, los probamos en trabajos de campo, medimos su impacto, aprendemos de ellos y luego construimos un prototipo más grande. Repetiremos esto hasta que sepamos si la renta básica funciona o no. Hasta consistía en crear archivos. Sentarme frente al ordenador durante tanto tiempo me causaba una gran incomodidad física y dolores musculares. Cuando llegaba a casa del trabajo, tenía que dormir inmediatamente para volver a ponerme de pie al día siguiente. En mi tiempo libre, por lo tanto, solo podía realizar actividades cuidadosamente seleccionadas y me había ido aislando», describe su vida hasta el experimento. La renta asegurada durante un año le permitió un cambio. Kathrin sigue trabajando en el sector, pero en funciones que le aportan mayores satisfacciones. «En lugar de sentarme en un escritorio, puedo dar un paseo con la gente de nuestro hogar de ancianos, hornear, cantar, leerles, escucharlos y así aliviar la carga de la vejez», dice. «Si tuviera que resumirlo, diría que saber que el apoyo económico que recibo es incondicional me
Un clásico de las charlas empresariales de motivación es el relato sobre el ‘efecto gominola’. Tras contar una emocionante historia de piratas a un grupo de niños, se les invita a hacer un dibujo y los pequeños se lanzan a hacerlo más o menos con el mismo entusiasmo, hasta que se introduce un incentivo. Se anuncia a los niños que recibirán una gominola por cada dibujo que terminen. Enseguida surgen dos tipos de niños: las personalidades artísticas continúan trabajando en sus obras con el mismo celo que antes y ven la recompensa como un bono positivo. Las personalidades emprendedoras empiezan a producir en masa y dibujan con descuido y rapidez. Poco a poco los artistas, absortos en sus pinturas, comienzan a mirar de reojo los montones de gominolas de sus compañeros y sienten insatisfacción. En la última fase, las reglas del juego se cambian nuevamente y se dice a los niños que las gominolas se han terminado. Tanto los empresarios como los artistas pierden la motivación y dejan de dibujar. Los promotores del proyecto piloto de renta universal quieren probar si las gominolas para todos son capaces de mantener unas cuotas aceptables de creatividad, el bien más preciado de la economía del siglo XXI. ha hecho sentir más segura y libre».
Michael Bohmeyer, uno de los fundadores de Mein Grundeinkommen y supervisor del experimento preliminar, cree que bajo testimonios como este subyace un hallazgo sorprendente: «El hecho de que el pago sea incondicional parece ser más importante que la cantidad de dinero en sí». Añade que cada vez más personas se sienten impotentes como resultado de la complejidad del mundo. Los psicólogos hablan de ‘indefensión aprendida’: la convicción de no tener control sobre la propia vida, una impotencia que conduce a la depresión.
Entre las más de 650 personas que recibieron ingresos básicos incondicionales durante un año había gente de todos los ámbitos, desde personas sin hogar hasta millonarios, votantes conservadores y de izquierda, escolares y jubilados. Todos ellos informaron después sobre una experiencia similar: la seguridad proporcionada por la renta básica les aportaba una sensación de energía renovada y una disminución del estrés.
Pero la pregunta que sigue flotando en el aire es si una mayoría de nosotros seguiríamos trabajando o no en caso de no nepor
Se suprimirían el resto de subvenciones