La estabilidad, clave de Sevilla en el paso de la cuarta a la quinta ola
Hace un mes tuvo la segunda peor tasa de España y ahora tiene una de las más bajas
En plena escalada de la quinta ola del coronavirus, Sevilla se encuentra en una situación de relativa tranquilidad, a pesar de que es cierto que los datos van subiendo poco a poco. Nada que ver con lo que ocurría hace un mes, con la finalización de la cuarta fase de esta pandemia, momento en el que la provincia llegó a ser la segunda de España con la tasa de contagios más alta en la última semana. Ahora le ha dado la vuelta a dicha tendencia y no sólo no ocupa los puestos más preocupantes del país, sino que es la que mejor está afrontando esta coyuntura dentro de Andalucía y una de las mejores de toda España. Y para ello ha sido clave la estabilidad que ha mostrado entre el final de la cuarta ola y el inicio de la quinta.
Este dato, sin duda, sí que es bastante positivo ya que, cuando en gran parte del país la tasa de incidencia se encuentra en niveles de máxima preocupación, en la provincia sevillana está todavía en unos límites relativamente bajos comparados con el resto, algo que sirve para afrontar las próximas semanas con cierta mesura ante tanto alarmismo.
Es verdad que Sevilla se movió muy mal en la cuarta ola y que, además, no fue capaz de erradicarla del todo, pero bajó los datos de forma significativa y se ha mostrado estable durante el último mes, lo que le ha servido para darle la vuelta a la situación de forma radical en comparación al resto de España. De hecho, a día de hoy la provincia tiene una tasa de incidencia de 149,1