«La crítica a Pemán viene del comunismo más radical, más pedestre y peligroso»
El Supremo ratifica que la licencia de la segunda puerta de la Catedral es nula El catedrático Manuel Bustos rebate las reacciones de los diputados de Adelante
El Tribunal Supremo (TS) acordó ayer la «inadmisión a trámite» de los recursos interpuestos por la Junta de Andalucía y la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, para que se mantenga abierta la llamada segunda puerta de la Mezquita-Catedral de Córdoba, con lo que se confirma la sentencia del juzgado cordobés, luego ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que obliga a reponer la celosía retirada en 2017 para abrir dicha puerta.
En la providencia, a la que accedió Europa Press, la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TS inadmite los recursos de la Junta y las cofradías «por no efectuarse fundamentación suficiente y singularizada al caso».
Al tiempo, el Supremo acuerda imponer el pago de «las costas procesales a cada una de las partes recurrentes, cuyo límite se fija en 1.000 euros por cada una en favor de la parte recurrida y personada, que se ha opuesto a la admisión», en concreto la familia del arquitecto Rafael De-la Hoz.
Fue él quien diseñó las celosías que desde los años 70 del pasado siglo cubren varios de los arcos que comunican la Mezquita-Catedral con el Patio de los Naranjos, y que llevó a los tribunales la retirada de una de ellas para facilitar el acceso de procesiones en Semana Santa al principal templo de la Diócesis e integrándolo en la Carrera Oficial.
Apelación
Hay que recordar que fue el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 4 de Córdoba el que, en abril de 2019, anuló el permiso dado al Cabildo Catedral de Córdoba por la Consejería de Cultura en diciembre 2016 para abrir la nueva puerta, al entender que no respetaba sus propias leyes del patrimonio, con lo que debía reponerse la celosía.
La Junta y las cofradías interpusieron entonces recursos de apelación contra dicha sentencia ante el TSJA, que los desestimó en mayo de 2020. Dicha resolución del TSJA fue recurrida en el verano del año pasado ante el Supremo bajo el argumento de que la Ley de Patrimonio Histórico Español (LPHE), a su juicio, encierra en su artículo 39 la posibilidad de que un uso procesional debiera ser permitido, lo que implicaría no reponer la celosía, pero ahora el Supremo ha inadmitido dichos recursos.
El acto de homenaje celebrado este lunes por la memoria y el recuerdo de José María Pemán en el Oratorio de San Felipe Neri ha sido tachado de «fascista» por parte de un parlamentario de Adelante Andalucía quien, además ha pedido la dimisión de la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, por promover y participar en dicha iniciativa cuyo objetivo, según se remarcó desde la Junta en varias ocasiones, fue rendir sencillamente tributo a la figura del escritor gaditano y su importante labor en la literatura y la historia de Cádiz, Andalucía y España.
En sus manifestaciones, el parlamentario, José Ignacio García, justifica su consideración en diferentes cuestiones históricas como la participación del escritor en el régimen franquista como «presidente de la Comisión de Cultura y Enseñanza y responsable político de la Comisión de Depuración del Magisterio», que asegura .»condenó a despidos forzosos, el exilio o la muerte» a docentes. Además llega a comparar al poeta gaditano con Goebbels, ministro de Hitler.
Para el catedrático de Historia Moderna de la UCA, Manuel Bustos, que participó en el acto, este diputado «habla desde el absoluto desconocimiento. Usan, como siempre hacen, la muletilla de fascista sin ningún sentido. Es un mantra que ya utilizan como consigna y repiten constantemente pero que no tiene ninguna base histórica ni documental», afirma el profesor. «No fue un acto fascista. La izquierda comunista además no es la más adecuada para decir algo así con la carga de muerte y represión que tiene históricamente a su espalda», y añade: «fue un acto por la concordia para poner en su sitio a José María Pemán a los 40 años de su fallecimiento, un acto abierto en el que han colaborado multitud de importantes y prestigiosas asociaciones culturales dando igual su signo político».
Bustos considera que hay que tener conocimiento sobrado para hacer este tipo de manifestaciones y saber contextualizar los acontecimientos de la época de Pemán. «Las cosas que se hicieron mal durante e inmediatamente después de la guerra son actos precisamente de una guerra que fue cruel. Para un bando y para otro. Si tuviéramos que ver todas las conductas se tendrían que retirar muchas placas. Es muy injusto señalar a alguien de esta manera».
Errores de base
Además el catedrático historiador matiza el alcance político que tuvo el escritor gaditano. «El cargo que ostentó en la Depuración fue muy breve. Enseguida abandonó la junta técnica y muchísimas personas salvaron su vida o sus trabajos precisamente gracias a Pemán, le pedían ayuda sus familiares y él intercedió por ellos.
Está perfectamente documentado.
Tampoco hay constancia histórica de que tuviera capacidad política o administrativa para decidir la muerte de nadie, otra cosa es que hubiera represalias por parte del Gobierno de ese momento». «En una guerra pedir objetividad para enjuiciar al otro es complicado».
Como relata Manuel Bustos, Pemán retomó su actividad como escritor en cuanto pudo. «Lo suyo era la literatura y estuvo en la política porque era un hombre comprometido. Lo que hizo fue luchar por vías pacíficas para la restauración de la monarquía. Prueba de ello es el toisón de oro que se le concedió al final de su vida. Gracias a su compromiso se pudo instaurar una monarquía democrática, liberal y pacífica», y remarca: «la relación con Franco fue deteriorándose con el tiempo a medida que el régimen no daba paso a la monarquía. De hecho tuvo problemas y fue incluso suspendido por algunos artículos que escribió en ABC». Y posteriormente, «el único cargo que tuvo fue el de presidente del Consejo privado de Don Juan que estaba en el exilio y que, precisamente, no era franquista».
En cuanto a la comparación del gaditano con Goebbels, Bustos dice que «no tiene ni pies ni cabeza. No fue un ministro de la propaganda tanto tiempo ni tuvo esa capacidad. Denota un sectarismo fuerte y que no conocen la historia. Es muy duro retirar una placa a una persona que lo único que ha dado a Cádiz y España es una proyección literaria internacional valiosísima».
Para el catedrático, este tipo de declaraciones no hacen más que demostrar que «no se han renovado. Es una vuelta atrás al comunismo más radical, más pedestre y peligroso. Intentan dividir de nuevo a los españoles pero tienen que tener cuidado porque quizá no son los más indicados para hablar, y menos para señalar y vilipendiar a una familia sin conocer nada. Ni la historia ni la realidad».