Galicia impone el pase sanitario como vacuna contra la crisis del turismo
Las autonomías demandan más dosis al Gobierno para avanzar con la inmunización
on la incidencia del coronavirus disparada en las diecisiete autonomías y los contagios que continúan batiendo récords diarios, las comunidades intentan hacer frente a la situación como pueden ante la falta de respuesta homogénea por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Muchas han dado la vuelta como un calcetín a las medidas más permisivas adoptadas desde que decayó el estado de alarma. Andalucía y País Vasco lideraron la rebelión de la mascarilla, y al frente se unen otras, como Castilla y León. La mayoría piden ya abiertamente a las autoridades sanitarias que se apliquen de nuevo medidas drásticas como el toque de queda y coinciden en exigir al Ministerio de Sanidad más dosis de la vacuna, conscientes de que solo la inmunidad de grupo (que aumenta respecto al listón fijado del 70% por la variante Delta) permitirá controlar la pandemia.
Galicia fue ayer la protagonista de los titulares autonómicos. Con todos los indicadores epidemiológicos en nivel rojo, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció ayer un nuevo paquete de restricciones con el que tratará de frenar la diseminación del virus en la región, pero sin castigar con un golpe mortal al sector del ocio, el más afectado por la pandemia. Entre los anuncios que lanzó Feijóo, justo antes de reunirse con el comité de expertos, está la activación de una «hostelería segura» que exigirá el certificado digital Covid-19 (con prueba de vacunación, test negativo o haber pasado la enfermedad) a todos los clientes de los municipios en nivel máximo (son 7 actualmente) o alto (29), lo que representa un 35 por ciento de la población gallega. Los niños menores de 12 años quedarán exentos de presentar esta documentación.
La idea es que en el interior de los locales —no se pedirá en terrazas— las garantías sean totales, tanto para los usuarios, como para los trabajadores. Galicia sí permitirá la apertura tanto de las salas como de las terrazas para no minar a un sector ya de por sí tocado. Así, en los municipios en nivel máximo, los aforos en espacios interiores se limitarán desde el próximo sábado al 30% y las terrazas al 50; en el nivel alto el porcentaje pasa a ser del 50-50, al igual que en el nivel medio. Y en el
Cbajo queda en un 50% en el interior y en un 100% en el exterior. Estas nuevas restricciones buscan reducir la interacción de los grupos vulnerables «sin afectar al sector de forma desproporcionada», indicó el presidente gallego, que puso el foco en las reuniones descontroladas y sin medidas anti-Covid, un escenario que también se zanjará desde este fin de semana.
Canarias sopesa la medida
Una medida similar podría ser implantada en Canarias, que decidirá esta misma semana si cierra el interior de los establecimientos a personas que no cuenten aún con el certificado digital en los territorios en los que el virus sigue ganando terreno. Las islas batieron ayer de nuevo su propia plusmarca de contagios de toda la pandemia al notificar 816 nuevos casos de coronavirus,