Manda la seguridad

∑Se creará un pasillo central de tres metros y se eliminarán de una a dos filas de atrás en las zonas más angostas

El Consejo de Cofradías ha aprovechado la pandemia para ultimar un proyecto para reformar la carrera oficial en el tramo de la calle Sierpes. Se trata de una reestructuración que se aprobó hace cuatro años, que parcialmente se llevó a cabo con la eliminación de 500 sillas en 2018 y que, en 2022, afectará a alrededor de mil abonados. La institución que preside Francisco Vélez ha decidido acometer ya esta medida por razones de seguridad, ya que se trata del tramo más conflictivo de la carrera oficial y que las fuerzas de seguridad siempre han puesto el foco debido a que se superaba ampliamente el aforo y dificultaba en gran medida el paso de las cofradías. De hecho, se considera el único tramo que carece de seguridad y, por ello, por responsabilidad se verán obligados a reducir el número de sillas.

Por ello, para garantizar un espacio mínimo de seguridad de tránsito, al no haber vallas delanteras como en el resto de los puntos del recorrido de las hermandades, se va a establecer un pasillo central de tres metros, tomando como referencia el punto más ancho de la carrera oficial, que va desde los 2,70 a los 3 metros. Esto permitirá a las cofradías un mayor espacio para avanzar en una calle en la que tradicionalmente la organización de los cortejos siempre se ha quejado de las dificultades de tránsito y que, incluso, afectaban a los propios abonados al verse obligados a recoger las sillas cuando llegaba un paso.

Para poder establecer este pasillo central se abrirán las dos bandas de sillas, de forma que se eliminarán las filas que no quepan en función a la estrechez de la calle. Es decir, en las zonas más angostas de Sierpes, se llegarán a perder hasta dos hileras. En otros puntos se perderá sólo una y, en los tramos

Es obvio que el Consejo tenía que actuar en la calle Sierpes para quitar sillas de la carrera oficial por evidentes razones de seguridad. Pero la medida tendrá dos consecuencias claras. La más delicada es reubicar a los mil abonados que perderán su sitio, ya que no todo el mundo lo entenderá. Y la segunda es que se perderá la costumbre de recoger las sillas en primera fila cuando llega el paso. más anchos, no se retirará ninguna fila de asientos. Al retranquear el espacio para los abonados, las hileras de sillas que se perderán serán las que están en la parte trasera.

Aunque el proyecto aún está en estudio y en el Consejo se está calculando la planimetría de Sierpes, actualmente se contempla que se perderán un total de 1.040 sillas, aunque este número puede oscilar finalmente.

Reubicación de abonados

La junta superior del Consejo es consciente del problema que esto ocasionará a los abonados afectados, que en muchos casos son familias que se unen en la Semana Santa, pero entienden que es un acto de responsabilidad moral, que podría llegar a ser hasta legal en caso de que ocurriese algo, que ya ha estado cerca de suceder con las avalan