Los narcos extorsionan a vecinos para quedarse con sus viviendas
Los clanes que controlan Torreblanca buscan ampliar su red de narcopisos
Una nueva operación policial pone de nuevo el foco en un problema de seguridad de primer orden que está ocurriendo en barrios como Torreblanca y que, por ahora, los cuerpos policiales no consiguen erradicar pese a las detenciones que practican. El auge del cultivo de la marihuana, en manos de clanes del narcotráfico tradicional, está obligando a estas familias a ampliar su infraestructura de narcopisos desde donde cultivan el preciado producto. Esas viviendas son en muchas ocasiones ocupadas a la fuerza después de habérselas arrebatado a los últimos inquilinos mediante la extorsión.
El Grupo de Atracos ejecutaba el pasado 29 de junio una redada contra el clan de los Portugueses en Torreblanca, cuyos resultados se conocían ayer . Un centenar de agentes se desplegaba en la barriada para poder realizar de manera segura once registros simultáneos en viviendas controladas por las familias. En siete de esos pisos, los agentes encontraron plantaciones de marihuana. También hallaron cartuchos del calibre 12/70 y un arma blanca. La munición revela que las plantaciones eran vigiladas por personal a sueldo que va armado con escopetas para defenderse de los robos.
Y la usura
Esta última intervención de la Policía se produce después de que un vecino se atreviera a denunciar al clan tras sufrir un ataque en el que peligró la vida de su familia. «La víctima manifestó que al ir a devolver cien euros que le habían prestado hacía un mes, uno de los integrantes del clan cambió de manera unilateral los términos del acuerdo de la deuda así como la forma de pago, exigiéndole para saldar la misma la entrega de su vivienda, a lo que él se negó», señala un comunicado remitido ayer por la Policía. La usura es otro de los negocios que perviven en esta zona y que sirven a los clanes para mantener su poder.
Días después, detalla el comunicado oficial, un grupo numeroso de personas acudió a la casa de esta persona en una demostración de fuerza para doblegar la voluntad de la víctima. A rastras sacaron a sus tres hijas menores a la calle y dispararon un arma de fuego para amenazar a toda la familia a la que le exigieron que salieran de la vivienda, situada en la calle Encina donde ya hay constancia de que hay más invernaderos en viviendas porque los bomberos han tenido que acudir a sofocar incendios.
El objetivo de estos clanes es ir aumentando la red de pisos que están bajo su control para ampliar el número de cultivos. Muchas de las viviendas reconvertidas en invernaderos de marihuana habían sido previamente ocupadas y sus anteriores inquilinos fueron expulsados a la fuerza por estas mafias sin posibilidad de poder reclamar. Sin embargo, en otras ocasiones las víctimas sí tienen regularizada su situación pero acaban abandonando sus hogares por miedo a las represalias.
El 14 de mayo el vecino presentó la denuncia y la Policía Nacional detuvo el día 29 de junio a tres mujeres y cuatro hombres, en total siete miembros del clan de los Portugueses que tras pasar a disposición judicial han quedado en libertad con cargos y con una orden de alejamiento que les debe impedir acercarse al denunciante.
Hace un año, se registraba un tiroteo contra una familia que estaba a punto de coger su coche. Entre las víctimas que consiguieron salir ilesas, un bebé de 1o meses. Detrás de esa acción estaba otro clan del barrio, Los Pingajos, que quisieron echar de Torreblanca a estos vecinos porque se negaron a vender su piso por el precio que les ofrecían, muy por debajo del mercado.
La Policía ha arrestado a siete miembros de la familia de los Portugueses tras la denuncia de un afectado