La vida al pie de la letra de una compositora excepcional
Muchas de sus canciones dan pistas sobre sus problemas familiares y su insondable tristeza sin consuelo
El verso de ‘Rehab’ en el que Amy Winehouse asegura que no va a desintoxicarse porque su padre dice que no lo necesita, es solo uno de los muchos
ejemplos de cómo escribió su autobiografía a través de sus canciones. Otra de sus más brillantes composiciones, el ‘Back to black’ que dio título a su segundo disco, describe con escabroso detalle la primera ruptura con su novio Blake Fielder-Civil, que la dejó para seguir otra relación antes de volver a reconciliarse con Amy para terminar divorciándose en 2009. «No dejó tiempo ni para arrepentirse / Mantuvo su pene mojado con su misma apuesta segura de siempre / Yo mantengo mi cabeza en alto, y mis lágrimas se secan / Seguiré sin mi chico».
‘Wake up alone’, también del álbum ‘Back to black’, es otra de sus composiciones más desgarradoras. Habla de la soledad que sentía cuando no estaba inmersa en ninguna relación sentimental, y a la vez, del dolor que le había dejado la última. «El rostro que veo en mis sueños se apodera de mis entrañas / Me inunda de pavor, empapado de alma / Nada en mis ojos junto a la cama / Me derramo sobre él, la Luna se derrama / Y yo me despierto sola».
Otro ejemplo de letra descarnadamente autobiográfica es ‘You know I’m no good’, incluida en el mismo disco. En ella confiesa que por mucho que lo intente, no es capaz de dejar de emborracharse, de meterse crack, de vomitar la comida... de dejar de ser un desastre, en definitiva. «Me engañé a mí misma. Como sabía que haría. Te dije que yo era problemática. Sabes que no soy buena». Sabiendo cómo fue la relación con su padre, hay una canción de su disco de debut, ‘Frank’, que resulta especialmente triste. Se trata de ‘What Is It About Men’, que se podría traducir como ‘¿Qué les pasa a los tíos?’. Su padre las abandonó a su madre y a ella cuando tenía nueve años, y plasmó aquel trauma en esta letra: «Comprendo que una vez fue un hombre de familia. Pero seguramente nunca, nunca querría pasar por lo mismo, vivir toda la mierda que mi madre odiaba. No puedo evitar demostrar que tengo un destino freudiano».
Igualmente testimonial es ‘Love is a losing game’, escrita tras la primera etapa de su tormentosa relación con FielderCivil, que acabó en la cárcel después de resistirse a la policía cuando ésta acudió a su apartamento para detener el escándalo que estaban montando. «Por ti, fui una llama. El amor es un juego perdido. Llegaste como un fuego de cinco pisos. El amor es un juego perdido. Uno que desearía no haber jugado nunca. Oh, qué lío montamos».