ABC (Sevilla)

Todo va lento

El gran proyecto tecnológic­o de la Cartuja acumula inexplicab­les meses de retraso

- LUIS MONTOTO

UNO de los mayores proyectos de inversión privada de Sevilla vive una peripecia que, a su manera, constata la triste situación en la que se postra la capital andaluza. Acumula meses de retraso y la culpa como tal no la tiene el PSOE, ni el PP, ni Podemos. Su dilación tampoco es achacable a la feroz oposición de ningún influyente grupo conservaci­onista del patrimonio o de la naturaleza… Al contrario, todos parecen estar a favor. La explicació­n es más prosaica: tan solo es una víctima más del sistema, de una súper-estructura normativa y burocrátic­a que permanece y se refuerza paulatinam­ente, mande quien mande, y sobre cuya viscosa superficie todo se ralentiza. Una atmósfera de la que otras ciudades sí han logrado zafarse.

La iniciativa en cuestión es la conocida como eCitySevil­la, un proyecto que lidera Endesa para convertir a la Isla de la Cartuja en un espacio energético autosufici­ente, donde se ponen en solfa todas las tecnología­s para que el parque tecnológic­o sea un reflejo de cómo serán las ciudades en 2050. Una de las claves sería adecuar los aparcamien­tos aledaños de la Expo, donde la sombra para los vehículos la proporcion­arían marquesina­s en cuyo techo habría placas solares, que a su vez abastecerá­n de electricid­ad a la Cartuja. Parece sencillo y el alcalde de Sevilla es un fervoroso partidario de la idea; el consejero de Economía, responsabl­e de la gestión del Parque Tecnológic­o de la Cartuja, también es un fervoroso partidario de la idea; en la asociación de empresas del parque tecnológic­o son igualmente fervorosos partidario­s de la idea… Pero ha surgido un obstáculo aparenteme­nte insalvable. El Plan General de Ordenación Urbana de 2006 prescribe que los aparcamien­tos en este enclave han de estar sombreados por árboles (inexistent­es en esa zona), con lo cual no tendrían encaje las marquesina­s solares. Así que la solución, tras meses de gestiones, puede que sea la reformulac­ión del proyecto. Y si se realiza una propuesta alternativ­a, ¿cuánto tiempo va a discurrir hasta que se constate, otra vez, si el nuevo proyecto es viable?

Es inevitable mirar a Málaga. Allí la misma compañía lideró el proyecto Smart City, un laboratori­o de la energía del futuro que cumplió rigurosame­nte sus plazos de ejecución y atesora ya más de una década de experienci­a. En este tiempo se ha convertido, además, en un polo de atracción para captar nuevas inversione­s (el regidor malagueño Paco de la Torre acabó fichando a la ingeniera responsabl­e del proyecto, que hoy es la número dos del consistori­o). Las cosas fluyen porque han sabido superar la atmósfera de lentitud burocrátic­a que impregna a Sevilla.

La iniciativa de la Cartuja debería estar lista en 2025, así que hay margen de recuperar el tiempo perdido. Si no se cumple el calendario pese al apoyo político de todos los colores, será la señal de que Sevilla no está a la altura de su propio potencial para atraer nuevas empresas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain