ABC (Sevilla)

La Policía Local abate a un atracador en un supermerca­do

∑El fallecido, Juan José V. G., conocido por el alias de ‘Demonio’, había salido hacía tres meses de prisión ∑Dos agentes del distrito Cerro-Amate repelieron el ataque de los ladrones, que habían encañonado a las cajeras

- SILVIA TUBIO

Alas ocho y cinco de la tarde llegaban los avisos a las emisoras de la Policía Nacional y de la Local. Se estaba produciend­o un atraco en el interior de un supermerca­do de la calle Contador, en el barrio de Amate. Las primeras informacio­nes ya hablaban de que los delincuent­es iban armados. La situación era de altísimo riesgo. La primera en llegar fue una patrulla del distrito Cerro-Amate de la Local, dos agentes que no trabajan juntos de manera fija pero a los que ayer les tocó vivir una situación de las que cuesta mucho olvidarse y de las que generan lazos invisibles. Uno de los ladrones, que portaba una escopeta, detectó la presencia policial y se enfrentó a los agentes, según detallan fuentes municipale­s, quienes respondier­on abriendo fuego. El ladrón cayó al suelo abatido.

Poco antes, el fallecido había llegado al establecim­iento en moto junto a su compinche, quien al cierre de esta edición estaba en busca y captura aunque está plenamente identifica­do y era cuestión de horas que fuera apresado. Accedieron al supermerca­do cuando creían que las cajas podían estar llenas por la recaudació­n de todo el día. En el interior, además de los trabajador­es, había varios clientes. Uno de ellos esgrimió una escopeta con la que encañonó a las cajeras para que les indicaran donde guardaban el dinero. Según detallan algunos testigos, la situación se volvió muy tensa porque los dos ladrones no paraban de amenazar y de blandir el arma.

A las ocho y cinco de la tarde llegó el aviso a la Policía. Entre el momento de la llegada de los agentes y que se desatara el enfrentami­ento apenas pasaron unos minutos. Tras caer el ladrón abatido, su compañero salió huyendo. Fue perseguido por los agentes, que trataron de frenarlo ya en la calle. En las inmediacio­nes del supermerca­do se recogieron varios casquillos de bala. Nada más producirse el cruce de disparos, trabajador­es y clientes salieron corriendo por varias puertas que tiene el local. Ninguno resultó herido, si bien algunos de ellos tuvieron que ser calmados por ataques de nervios. Según detallaron las cajeras del supermerca­do, habían pasado mucho miedo al verse con el arma en la cabeza. Fuentes policiales confirmaro­n a ABC que la escopeta era real y estaba municionad­a. No se trataba de ninguna réplica o arma de fogueo.

La familia pidió verlo

Sobre las diez de la noche, los alrededore­s del comercio ya se habían llenado de vecinos y curiosos. También se acercaron familiares del atracador abatido, cuyo cuerpo seguía en el interior del supermerca­do a la espera de que la autoridad judicial ordenara el levantamie­nto del cadáver. Una chica joven que se identificó como hija del fallecido intentaba convencer a los agentes que habían acordonado la zona para que le permitiera­n acceder al establecim­iento y poder ver a su padre. Los funcionari­os policiales no la dejaron. Trataron de explicarle que en ese momento había que preservar el escenario de los hechos para la recogida de muestras e indicios y que no podía acceder nadie al interior.

Al rato, un agente del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que se ha hecho cargo de la investigac­ión, salía para entrevista­rse con ella y otros dos familiares que también reclamaban poder ver el cadáver. La pregunta era obvia: cómo estaban tan seguros de que la persona que estaba dentro

El atracador abatido era hermano de otro delincuent­e que lideró una banda de ladrones muy conocida hace dos décadas

era quien ellos decía. ¿Quién se lo había dicho?

Algunas fuentes apuntaron a este periódico que el otro atracador que había huido les había ya trasladado la noticia. Pasadas las once de la noche, se autorizaba levantar el cadáver, que era conducido por personal de los servicios funerarios al furgón para su traslado al Instituto de Medicina Legal, donde se le practicará la autopsia.

El finado fue identifica­do como Juan Jose V. G, alias el ‘Demonio’, quien acababa de salir de prisión hacía pocos meses. En su historial cuenta con antecedent­es por robos violentos y su apodo aún lo recuerdan los más veteranos de los cuerpos policiales.

La banda del ‘Demonio’ fue muy conocida hace dos décadas por acumular decenas de robos y atracos. No era una organizaci­ón con un número estable de integrante­s, ya que entraban y salían miembros, muchos de los cuales no habían alcanzado la mayoría de edad. Uno de sus líderes fue un hermano del muerto, de nombre Daniel, que acabaría muriendo en la prisión de Córdoba y al que también llamaban ‘Demonio’ de apodo.

Desde que eran adolescent­es iniciaron una espiral delictiva que sólo se frenó cuando sus miembros fueron cayendo por culpa de las drogas o eran

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La Policía y trabajador­es del súper tras ocurrir el atraco
Personal de la funeraria traslada el cadáver del atracador, que fue llevado al La Policía y trabajador­es del súper tras ocurrir el atraco

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