La Policía Local abate a un atracador en un supermercado
∑El fallecido, Juan José V. G., conocido por el alias de ‘Demonio’, había salido hacía tres meses de prisión ∑Dos agentes del distrito Cerro-Amate repelieron el ataque de los ladrones, que habían encañonado a las cajeras
Alas ocho y cinco de la tarde llegaban los avisos a las emisoras de la Policía Nacional y de la Local. Se estaba produciendo un atraco en el interior de un supermercado de la calle Contador, en el barrio de Amate. Las primeras informaciones ya hablaban de que los delincuentes iban armados. La situación era de altísimo riesgo. La primera en llegar fue una patrulla del distrito Cerro-Amate de la Local, dos agentes que no trabajan juntos de manera fija pero a los que ayer les tocó vivir una situación de las que cuesta mucho olvidarse y de las que generan lazos invisibles. Uno de los ladrones, que portaba una escopeta, detectó la presencia policial y se enfrentó a los agentes, según detallan fuentes municipales, quienes respondieron abriendo fuego. El ladrón cayó al suelo abatido.
Poco antes, el fallecido había llegado al establecimiento en moto junto a su compinche, quien al cierre de esta edición estaba en busca y captura aunque está plenamente identificado y era cuestión de horas que fuera apresado. Accedieron al supermercado cuando creían que las cajas podían estar llenas por la recaudación de todo el día. En el interior, además de los trabajadores, había varios clientes. Uno de ellos esgrimió una escopeta con la que encañonó a las cajeras para que les indicaran donde guardaban el dinero. Según detallan algunos testigos, la situación se volvió muy tensa porque los dos ladrones no paraban de amenazar y de blandir el arma.
A las ocho y cinco de la tarde llegó el aviso a la Policía. Entre el momento de la llegada de los agentes y que se desatara el enfrentamiento apenas pasaron unos minutos. Tras caer el ladrón abatido, su compañero salió huyendo. Fue perseguido por los agentes, que trataron de frenarlo ya en la calle. En las inmediaciones del supermercado se recogieron varios casquillos de bala. Nada más producirse el cruce de disparos, trabajadores y clientes salieron corriendo por varias puertas que tiene el local. Ninguno resultó herido, si bien algunos de ellos tuvieron que ser calmados por ataques de nervios. Según detallaron las cajeras del supermercado, habían pasado mucho miedo al verse con el arma en la cabeza. Fuentes policiales confirmaron a ABC que la escopeta era real y estaba municionada. No se trataba de ninguna réplica o arma de fogueo.
La familia pidió verlo
Sobre las diez de la noche, los alrededores del comercio ya se habían llenado de vecinos y curiosos. También se acercaron familiares del atracador abatido, cuyo cuerpo seguía en el interior del supermercado a la espera de que la autoridad judicial ordenara el levantamiento del cadáver. Una chica joven que se identificó como hija del fallecido intentaba convencer a los agentes que habían acordonado la zona para que le permitieran acceder al establecimiento y poder ver a su padre. Los funcionarios policiales no la dejaron. Trataron de explicarle que en ese momento había que preservar el escenario de los hechos para la recogida de muestras e indicios y que no podía acceder nadie al interior.
Al rato, un agente del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que se ha hecho cargo de la investigación, salía para entrevistarse con ella y otros dos familiares que también reclamaban poder ver el cadáver. La pregunta era obvia: cómo estaban tan seguros de que la persona que estaba dentro
El atracador abatido era hermano de otro delincuente que lideró una banda de ladrones muy conocida hace dos décadas
era quien ellos decía. ¿Quién se lo había dicho?
Algunas fuentes apuntaron a este periódico que el otro atracador que había huido les había ya trasladado la noticia. Pasadas las once de la noche, se autorizaba levantar el cadáver, que era conducido por personal de los servicios funerarios al furgón para su traslado al Instituto de Medicina Legal, donde se le practicará la autopsia.
El finado fue identificado como Juan Jose V. G, alias el ‘Demonio’, quien acababa de salir de prisión hacía pocos meses. En su historial cuenta con antecedentes por robos violentos y su apodo aún lo recuerdan los más veteranos de los cuerpos policiales.
La banda del ‘Demonio’ fue muy conocida hace dos décadas por acumular decenas de robos y atracos. No era una organización con un número estable de integrantes, ya que entraban y salían miembros, muchos de los cuales no habían alcanzado la mayoría de edad. Uno de sus líderes fue un hermano del muerto, de nombre Daniel, que acabaría muriendo en la prisión de Córdoba y al que también llamaban ‘Demonio’ de apodo.
Desde que eran adolescentes iniciaron una espiral delictiva que sólo se frenó cuando sus miembros fueron cayendo por culpa de las drogas o eran