Detenido el suicida de la Ronda Norte al intentarlo por quinta vez
Francisco o Isco, como le conocen, pedía una plaza en el albergue de la Macarena «Me llama la viga, no puedo evitarlo»
Francisco ha encontrado en una viga que sostiene el puente de la Ronda Norte, cerca de la glorieta de San Lázaro, una suerte de altavoz para sus reivindicaciones y sus dramas internos. A esa estructura que se eleva del suelo más de seis metros ha intentado encaramarse hasta en cinco ocasiones en los últimos meses. En cuatro de ellas lo ha logrado, provocando que se despliegue un importante dispositivo de seguridad que obliga a cortar esa arteria de la ciudad. Oficialmente es un suicida porque siempre amenaza con lanzarse al vacío, pero este jueves la Policía Nacional decidió arrestarlo por desórdenes públicos y delito contra la seguridad vial tras media hora de negociación hasta que aceptó bajarse.
Le conocen también como Isco. Tiene 40 años, dos hijos y una expareja. Los bomberos que acuden a su rescate van conociendo detalles de su vida a retazos porque en la mayoría de las ocasiones está afectado por la ingesta de alcohol, que mezcla con fármacos. El pasado jueves, la última vez que se subió a la viga, reclamaba la presencia de una trabajadora social. Insistía que le habían expulsado del albergue
En una de las cinco ocasiones que Isco intentó subirse al puente, los bomberos lograron frenarlo en la parada de autobús que hay cerca. Según detallan fuentes del servicio, uno de los bomberos que lo conoce de anteriores intervenciones, estuvo dialogando con él. Francisco no paraba de decirle que «la viga le llamaba», mientras que el bombero trataba de sacarle de ese estado. Lo cierto es que la insistencia de esta persona ha hecho que, al menos, el Ayuntamiento estudie la implantación de barreras físicas que impida a los peatones llegar a esas estructuras. de la Macarena por un malentendido y exigía recuperar su plaza. No aceptaba otra solución ni siquiera una habitación en un hostal.
Esta vez la negociación para que se bajara de la viga y no pusiera más en riesgo su vida se prolongó durante una media hora. Pero no siempre lo convencen tan rápido. El pasado 18 de junio permaneció sentado en la estructura con las piernas colgando durante más de tres horas; lo que generó serios problemas en la circulación porque la Policía tuvo que cortar la vía en ambos sentidos para desplegar el dispositivo de seguridad y activar si fuera necesario herramientas de socorro como el colchón de rescate. El corte coincidió con hora punta de un jueves por la tarde.
Este jueves la incidencia fue menor y desde el Consistorio se ha optado ya por no informar como ocurrió en anteriores ocasiones porque sostienen que la difusión de la noticia podría estar ayudando a animar al suicida a volver a intentarlo. Sin embargo, su imagen de nuevo encaramado en la viga no pudo escapar de las redes sociales que volvieron a dar la voz de alerta. Tras conseguir que se bajara del puente, la Policía Nacional lo trasladó al hospital para que lo viera un especialista en psiquiatría que determinara si era necesario su ingreso. Según detallan a ABC fuentes policiales, le dieron el alta y la Policía Nacional lo condujo a dependencias policiales donde lo trasladó en calidad de detenido por dos delitos de desórdenes públicos y contra la seguridad vial. Los agentes hicieron hincapié en su atestado la reiteración de su conducta y los graves perjuicios que ocasiona.
El temor de los servicios de emergencia no es sólo que Isco acabe por cumplir con su palabra o que sufra un accidente mientras se sube a la viga, sino también que pueda tener consecuencias para otros conductores. Tras ser detenido, quedó a disposición judicial. Las fuentes consultadas no descartan en absoluto que siga haciéndolo.