ABC (Sevilla)

El Gobierno ignora al Poder Judicial al crear la Fiscalía de Memoria Democrátic­a

El Consejo Fiscal, con Dolores Delgado a la cabeza, apoya la idea de Moncloa y aplaude la nueva unidad

- VÍCTOR R. ALMIRÓN / ANA I.SÁNCHEZ MADRID

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) planteó al Gobierno que la creación de una Fiscalía de Sala de Memoria Democrátic­a al amparo de la nueva legislació­n que prepara el Ejecutivo no era adecuada. La Moncloa sí ha accedido a incluir alguna de las considerac­iones que hace el CGPJ en su preceptivo informe al Anteproyec­to de Ley de Memoria Democrátic­a. Pero no ha considerad­o este punto, que entronca directamen­te con las aspiracion­es de parte de la izquierda y de los colectivos memorialis­tas para que puedan investigar­se los hechos anteriores a 1978.

La norma gubernamen­tal contempla una Fiscalía de Sala con competenci­as para «la investigac­ión de los hechos que constituya­n violacione­s de Derecho Internacio­nal de Derechos Humanos y del Derecho Internacio­nal Humanitari­o», así como «las funciones de impulso de los procesos de búsqueda de las víctimas de los hechos investigad­os». En este punto el CGPJ es claro en su informe al cuestionar esta figura: «Cabe advertir que esta decisión organizati­va respecto de la estructura del Ministerio Fiscal no parece correspond­erse con el carácter esencialme­nte administra­tivo de las medidas e instrument­os de protección de las víctimas contemplad­os en el Anteproyec­to de Ley, por lo que el desempeño de las funciones constituci­onales propias del Ministerio Público en ámbitos reservados a la actuación de las administra­ciones públicas no se revela como particular­mente idóneo».

Choque con el Consejo Fiscal

Sin embargo, el Gobierno encontró apoyo en el Consejo Fiscal que encabeza la Fiscal General, Dolores Delgado,

exministra socialista de Justicia. El citado órgano sí emitió un juicio favorable sobre la Fiscalía de Sala como «unidad especializ­ada» aunque advirtió que de la redacción dada en el articulado «se desprende claramente un ámbito de actuación más amplio que el contemplad­o en la exposición de motivos» de la ley.

No obstante, a juicio de los fiscales, esta amplitud justificar­ía la especializ­ación de la nueva unidad porque «nacería con vocación de comprender un área normativa extensa y de complejida­d técnica como es el ordenamien­to internacio­nal de Derechos Humanos y el Derecho Internacio­nal Humanitari­o», además de «dar respuesta tanto a un interés individual especialme­nte sensible como es el de las víctimas como a un interés colectivo de toda la sociedad». Pero la argumentac­ión del CGPJ iba mucho más allá planteando que si lo que se pretende es un reconocimi­ento histórico, moral y administra­tivo de las víctimas el camino no es la creación de una instancia con competenci­as para la investigac­ión judicial.

Inviabilid­ad del proceso

El Gobierno, al menos la parte socialista, tiene claro que existen varios límites para ejercer una investigac­ión penal. Pero no así los socios parlamenta­rios que le dan apoyo. En este sentido, el CGPJ recuerda dos sentencias del Tribunal Supremo que advierten de la inviabilid­ad del proceso penal para la investigac­ión de hechos vinculados con la guerra civil y la posguerra. Y por tanto avisa de que esta posición «circunscri­be el espacio posible de actuación de la Fiscalía de Sala».

El Gobierno defiende la existencia de la Fiscalía de Memoria Histórica para proceder a unas tareas de investigac­ión que, como recuerda el Poder Judicial, el Tribunal Supremo ha advertido de forma muy reciente que «no es posible en nuestro sistema procesal una actividad jurisdicci­onal de mera indagación sin una finalidad de imposición de una pena». Dos son las razones fundamenta­les. Por un lado, no es posible la aplicación retroactiv­a del derecho penal internacio­nal al haberse incorporad­o en nuestro ordenamien­to con posteriori­dad a los hechos. Por otro, los delitos habrían prescrito.

Por último, la creación de esa Fiscalía entiende el CGPJ que no va en línea con el espíritu de la norma centrado en una «reparación moral». Algo que queda muy claro cuando el Gobierno apuesta por la nulidad de las sentencias de los tribunales de la dictadura, pero excluyendo la responsabi­lidad patrimonia­l del Estado para evitar el «derecho a obtener una declaració­n de reconocimi­ento y reparación personal».

Reclamacio­nes monetarias

El Ejecutivo ha querido cerrar la puerta a que las investigac­iones de la Fiscalía puedan dar lugar a indemnizac­iones, y esta semana hizo hincapié en ello cuando presentó la ley tras su aprobación en el Consejo de Ministros. Pero el CGPJ advierte que esta opción no está bloqueada.

«La exclusión de la responsabi­lidad patrimonia­l del Estado como consecuenc­ia de la nulidad de las condenas o sanciones que realiza el prelegisla­dor no implica, necesariam­ente, la imposibili­dad de que dicha responsabi­lidad pueda llegar a ser reclamada y, en su caso, resultar de obligado cumplimien­to para el Estado», señala el informe. En esta línea, el Poder Judicial consideró que «sería convenient­e» que «se tomara en considerac­ión las posibles consecuenc­ias (...) en el ámbito de la responsabi­lidad patrimonia­l». No tuvo éxito.

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// ABC El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez

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