Washington se olvida de los miles de cubanos que esperan en la frontera mexicana
Pero Menéndez quiso dejar claro que estas sanciones no son suficientes. En su comunicado, dijo, claramente: «Espero trabajar con la Administración para imponer sanciones adicionales contra quienes insisten en violar los derechos humanos del pueblo cubano».
Una parte olvidada de la crisis cubana son los miles de exiliados que no han podido entrar en EE.UU. como hicieron muchos otros antes que ellos porque la normalización de relaciones diplomáticas con la isla ha puesto fin a la política de ‘pies secos, pies mojados’.
Antes de 2015, cuando un cubano pisaba suelo estadounidense, se le recibía sin problemas, y en cuestión de meses era residente con todos los derechos. Hoy, miles de cubanos guardan su turno de entrada, como muchos otros inmigrantes, en la parte mexicana de la frontera.
De hecho, según datos del Gobierno federal recopilados por la universidad de Syracuse, en junio había unos 7.500 que aguardaban entrar dentro del programa de ‘Espera en México’, la primera nacionalidad por encima de hondureños, guatemaltecos o ecuatorianos.
Según dijeron a ABC varios de esos inmigrantes, suelen ser víctimas de amenazas y secuestro del narco, que trafica con ellos convencido de que tienen familiares con recursos en Florida. El Gobierno mexicano en muchas ocasiones les niega el visado humanitario y el permiso de trabajo.
Recientemente, Joe Biden puso fin a esa política de espera en México, y ha dejado de deportar de forma automática a los sin papeles que crucen de forma ilegal. Aun así, aunque queden dentro de suelo norteamericano no obtienen la residencia de forma automática, como le sucedía años atrás a los cubanos que huían de la represión comunista.