Un protocolo muy riguroso acaba con el calvario de los 150 menores contagiados
Exteriores ejecutó la repatriación desde Malta ante el desamparo que denuncian sus padres Brote de 18 niños infectados en unas colonias de Marbella
Con una hora y media de retraso, el vuelo FPO-816 tocó tierra en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para alivio de los padres que esperaban a los cerca de 150 menores repatriados desde Malta, donde vivieron un calvario por un confinamiento descontrolado en el que estuvieron cohabitando en condiciones infrahumanas por la desidia del hotel en el que estaban alojados y la rigidez de las autoridades sanitarias de Malta. Finalmente, la presión de familiares y allegados, que incluso consiguieron la intercesión de la Casa Real, logró que el Ministerio de Asuntos Exteriores se involucrara y diese todo su apoyo a la Embajada española en Malta, que chocaba continuamente contra el oscurantismo del Gobierno maltés.
Un final feliz para estos jóvenes que se vieron seducidos por un campamento de verano en el que perfeccionar su inglés y que viajaron a Malta (las restricciones por coronavirus complican mucho la entrada en el Reino Unido), respaldados por empresas especializadas como Interway, Maltalingua, Easy English, Astex, Enforex o English for Life, con muchos años de experiencia en la organización de estos cursos idiomáticos. «Nos hemos encontrado con muy poca ayuda por parte de los
La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía confirmó un nuevo brote de 18 casos de contagio de Covid19, derivado de un viaje cursado por un grupo de niños de Sevilla pertenecientes a un club de fútbol a un albergue juvenil de Marbella (Málaga).
El consejero de Salud, Jesús Aguirre, dijo que, en el transcurso del campamento de verano al que acudieron a Marbella estos niños de Sevilla de entre 9 y 11 años de edad, han sido detectados «de forma específica 16 positivos» entre los menores, con lo que los dos restantes serían contagios derivados de tales casos.
A todos se les ha hecho el rastreo y el aislamiento y «se les ha hecho la trazabilidad», declaró el consejero, reclamando a la sociedad «muchísima prudencia» en sus actividades. Aguirre también expuso que es posible organizar campamentos de verano y reuniones, aunque sería preferible hacerlo con un número reducido de personas. hoteles de Malta y de la Embajada española. Todos sabemos a lo que nos exponemos cuando viajamos en estos momentos de pandemia, pero igual Malta no estaba preparada para esta situación», explicaba Rafael Rivas, director comercial de Interway, a ABC, en alusión al macrobrote de 250 positivos que le estalló en las manos al Ejecutivo isleño y que estuvo a punto de provocar el cierre de sus fronteras.
Toda la incertidumbre y todo el temor se tornó ayer en felicidad. La totalidad de los menores positivos (los negativos habían sido repatriados el martes) pudieron regresar a casa en un avión medicalizado que fletó Exteriores con la ayuda de la Embajada en Malta. Siguiendo un riguroso protocolo sanitario, los niños fueron trasladados en autocares especiales hasta la aeronave sin más objetos que su documentación (no se permitía equipaje de mano y sus maletas fueron fumigadas antes de ser depositadas en la bodega). Entraron directamente a pie de pista, con mascarilla y guantes. Y así permanecieron hasta que les recogieron en Madrid, donde estaban obligados a desplazarse en un vehículo particular hasta su domicilio, donde deberán cumplir el resto de la cuarentena. La Unidad de Emergencia Consular coordinó el desembarco de los menores y asistió a los padres que esperaban su llegada en la terminal 2 del aeropuerto.
Emprender medidas legales
«Ha sido un auténtico sufrimiento porque es muy duro estar tan lejos y ver que están padeciendo un estado de desamparo. Ves, por lo que te cuentan, que la situación es de abandono. Que no tienen limpieza, ni lavado de ropa, ni una alimentación saludable y que se nutren de comida basura que piden online», explicó a este diario el padre de dos afectados de Madrid, que prefiere mantener el anonimato, mientras espera que le llamen para recoger a sus hijos. En un batiburrillo de emociones en el que se entremezclan el alivio, la felicidad, la indignación y la impotencia, añade: «En una cárcel se vive mejor porque, al menos, tienes asistencia médica».
Con el dispositivo de seguridad de fondo, un puñado de padres valoraban la posibilidad de emprender medidas legales contra las escuela de idiomas que organizaron los viajes. Mientras tanto, la Embajada española en Malta se congratulaba del resultado de sus gestiones y lamentaba las críticas que ha recibido por parte de los padres de los menores afectados.