«Un concierto en directo es un acto irrepetible»
El dúo Amaral regresa por segundo año consecutivo al Bahía Sound de San Fernando y actuará hoy, a partir de las 22 horas, con un nuevo espectáculo
—Por segundo año consecutivo Amaral regresa al Bahía Sound de San Fernando y actuará este sábado, a partir de las 22:00 horas, con un nuevo formato. ¿Qué ha preparado junto a Eva Amaral? —Vamos a tocar canciones de todos los discos que tenemos grabados. Somos, tanto Eva como yo así como todo nuestro equipo, porque es una labor colectiva, muy obsesivos del sonido, de que se escuche bien… Hay una parte visual muy importante que está al servicio de las canciones. En el fondo, nada de esto importa porque lo más importante es que sea una fiesta y que la gente se lo pase bien, que conectemos.
—¿Qué se va a poder ver en esta ocasión que no se pudo en la anterior?
—Fue un año muy especial. Nos propusieron hacer algo más pequeñito. Teníamos dos opciones, quedarnos en nuestra casa a mirar por la venta o salir a tocar. Tenemos muy buen recuerdo porque fue un concierto acústico. Como si estuviéramos tocando en una pequeña sala de nuestros inicios. Este año ya nos llevamos a toda la banda y toda la escenografía.
—Sin lugar a dudas, las protagonistas de esta actuación serán las canciones de «Asalto al color», vuestro último álbum…
—El disco fue muy bien acogido. Empezó la andadura de la gira y justo se truncó con lo que todos sabemos. A la hora de hacer la lista de canciones… Es difícil porque son un montón de discos. Tampoco es que seamos un grupo de una canción. Intentamos hacer un recorrido por todos los discos. En el concierto va a haber espacio para muchas cosas. —En este nuevo proyecto discográfico se le ha dado una gran importancia al color, así como a la escenografía de las actuaciones. ¿Cómo va a ser?
—A nosotros nos gusta que sea una sorpresa para la gente que venga. La parte visual está muy al servicio de la música y, en el fondo, un concierto en directo es un acto irrepetible. Es algo que se queda en el momento en el que lo haces, es diferente a un disco. Para nosotros es difícil de explicar con palabras la emoción que
«Nos gusta siempre mirar hacia adelante. La música es una búsqueda contínua»
El mundo de la música «Lo que más nos gusta es hacer canciones y tocar en directo; la segunda, los viajes y el ritmo
trepidante»
sentimos cuando salimos a tocar. Es como si lo hiciéramos por primera vez.
—Con la situación generada por la Covid-19, ¿ha aprovechado estos meses para componer nuevas canciones? —Tenemos un montón de canciones. Además, los viajes motivan mucho para escribir porque es algo que nos encanta, escribir en cualquier parte como hoteles, durante los viajes, en aeropuertos… Aunque parece que estás mirando por la ventana, a lo mejor está ocurriendo algo. Lo único que necesitamos es un poco de relax para grabarlas.
—¿Estas nuevas composiciones van a seguir la línea que comenzó con el anterior CD? —Nos gusta siempre mirar hacia adelante. Las canciones nuevas están compuestas con guitarras y con instrumentos diversos, sobre todo guitarras. Habrá cosas que pueden recordar a las que hemos hecho y otras que son nuevas. La música es como una búsqueda continua.
—Somos muy afortunados porque, cuando compones una canción o un disco en soledad, nunca sabes lo que va a pasar con esas canciones. La gente las hace suyas. Estamos agradecidísimos. Desde el segundo disco nos hemos acostumbrado a que la gente los hagan suyos. Forman parte de la escena musical.
—Con más de dos décadas de trayectoria musical, ¿no cansa este ritmo trepidante?
—La primera cosa que más nos gusta es hacer canciones y tocar en directo y la segunda los viajes y el ritmo trepidante. Nos hemos acostumbrado a vivir así, a disfrutar de las pequeñas cosas, de los momentos libres, del reencuentro con amigos en las ciudades o de gente que hemos conocido girando… La verdad es que eso forma parte del mundo de la música, lo asumimos así y nos encanta que así sea.
—Después de varios millones de discos vendidos, Amaral comenzó una nueva etapa bajo su propio sello discográfico. ¿Cómo está siendo la experiencia?
—Siempre hemos hecho las cosas de manera impulsiva y según lo que sentíamos. Nosotros no podemos saber si una canción es buena o mala, si le va a gustar a la gente o no… Pero sí sabemos cuándo es verdad. Intentamos hacer las cosas de ese modo. Se llama Antártida porque es el nombre de una canción, nos gustaba la imagen de un continente misterioso, puro y blanco. Era lo que queríamos que significara la música para nosotros.
—¿Compensa el tomar determinadas decisiones?
—No nos podemos quejar como grupo. Puestos a pedir, pediríamos cosas para todo el país, no para nosotros. El mayor premio que se puede tener es que, todos los discos que editamos, se escuchan y poder tocar y viajar por todo el Mundo. No pedimos más para nosotros.