Vamos a la praxis

La ponencia marco del próximo Congreso del PSOE se resume en un repertorio de descalificaciones al PP

Encargar a Adriana Lastra la presentación de la ponencia marco del Congreso del PSOE responde a una paradójica apuesta por la praxis del agarrón en detrimento de los fundamentos teóricos que deberían armar la exégesis de un documento de tanta relevancia conceptual y tanta exigencia abstracta. A la número dos de Ferraz quizá le falten lecturas –ayer citó a un poeta; «socialista», aclaró–, pero le sobra experiencia para dar y tomar, sobre todo dar. Al PP. A Pablo Casado. «Qué vergüenza de líder», dice Lastra. De eso va la ponencia marco del PSOE, manantial de valores, fuente de principios, embalse de ideales y desembocadura de rencores en un delta de lodo y mala baba. «Hay un tiempo para el castigo y otro para la concordia», dijo Sánchez. Debemos de estar en el descanso, o en la pausa de hidratación, que hace bochorno. También hay un tiempo para los insultos. Calienta en la banda Lastra. Ayer la sacaron para reprochar al PP su absoluta falta de propuestas y proyectos para España, sacrificados –dijo– por el odio a las mujeres, los trabajadores, los miembros, miembras y miembres del colectivo LGTBI, los jóvenes, los mayores y, en definitiva, los españoles. De todo eso va la ponencia marco del próximo Congreso del PSOE. Al Partido Popular se le puede acusar de casi todo. Al sanchismo, en cambio, no se le puede reprochar que no tenga las ideas claras sobre lo que hay que hacer con España y en España, empezando por el PP y terminando con él.