«El problema no es quién está en el Gobierno, sino qué política hace su gobierno»
tener un marco regulativo que evite que la clase trabajadora pague las crisis. Los empresarios deben entender que el mayor capital que tienen es el capital humano. En estos debates siempre hay un mantra sobre que son los empresarios los que generan riqueza, pero no deben olvidar que también lo hace la clase trabajadora. Hay que impulsar normas que potencien la herramienta más potente que tenemos los sindicatos que es la negociación colectiva. Queda mucho por hacer. Ahí está la negociación sobre las pensiones, la reivindicación del aumento del salario mínimo interprofesional este año y la derogación de las reformas laborales. –¿Estamos instalados en un espejismo de falsa estabilidad para contener la crisis de una pandemia cuya deuda vamos a pagar a largo plazo? –N.L.: De la pandemia extraemos tres conclusiones claves: el valor del mundo del trabajo, con el compromiso de los trabajadores a los que habrá que devolver ese enorme esfuerzo. También, el valor de los servicios públicos. La tercera es que el Estado, que somos todos y todas, no el Gobierno, ha sido capaz de proteger. Ahora toca retirar esa muleta. Tenemos otro instrumento, los fondos europeos que tienen que ser un pilar fundamental para que todo el esfuerzo realizado no sea un espejismo, para salir de esta crisis sin dejar a nadie atrás. Habrá espacios de la sociedad que tendrán que hacer un esfuerzo. En este país se ha puesto mucho dinero encima de la mesa para que las empresas no cayeran. Lo que no es posible en estos momentos es que grandes empresas o bancos estén planteando Eres salvajes. Este país tiene que devolver el esfuerzo realizado a los trabajadores durante la pandemia y cons