La reprobación de Abascal en Ceuta abre una nueva crisis entre PP y Vox
Álvarez de Toledo y Arrimadas lo tildan de «inadmisible» y «disparate estratégico»
Santiago Abascal fue anteayer, viernes, nombrado ‘persona non grata’ en Ceuta por la Asamblea regional. La iniciativa salió adelante debido, en parte, a la abstención de los concejales del Partido Popular. La lejanía entre PP y Vox es cada vez mayor, tanto a nivel nacional como en gran parte de los territorios. Y la relación entre sus dos líderes políticos se sigue deteriorando sin intención por ninguno de ellos de revertir la situación. La postura de los populares en la Ciudad Autónoma esta semana reventó más esta relación.
«El PP colabora en la campaña de demonización de Vox. Una campaña que produce violencia contra nosotros, nuestros simpatizantes y nuestras familias –escribió Abascal en su Twitter–. Al mismo tiempo pretende nuestro apoyo para sus iniciativas en varios parlamentos. O una cosa o la otra. Las dos no van a poder ser».
La repudia al líder de Vox fue a propuesta del Movimiento por la Dignididad y la Ciudadanía (MDyC), liderado por Fátima Hamed Hossain, un partido de ámbito local. Y se materializó en el Pleno con los votos a favor de PSOE, Coalición Caballas y MDyC, las abstenciones del PP y la negativa obvia del grupo de Abascal. MDyC impulsó la propuesta después de las polémicas declaraciones en las que Abascal tildó a parte de los ceutíes, sobre todo en referencia a la población musulmana, de «promarroquíes» y «quintacolumnistas» en la crisis migratoria de mayo. Y de no mirar por los intereses de España.
«Vino a nuestra ciudad para provocar la ruptura de la convivencia, el pilar en que se basa nuestra sociedad, y, desde su posición supremacista, para envilecer a los ceutíes, a algunos de los partidos que los representan y a las instituciones soberanas que nos hemos dado», dice el texto que ha convertido al líder de Vox en indeseable.
El presidente de Vox acusa al partido de Pablo Casado de «colaborar en la campaña de demonización» contra ellos
Vox advierte de que los populares han cruzado líneas rojas y apuntan con su malestar directamente a Pablo Casado, líder del partido.
No obstante, algunas voces del PP han criticado el posicionamiento de sus compañeros en Ceuta. La diputada por Barcelona del PP y exportavoz del grupo parlamentario popular, Cayetana Álvarez de Toledo, mostró ayer su rechazo en la citada red social. Y tildó la abstención de gran error estratégico. «La declaración de persona non grata es un recurso sórdido y esencialmente antidemocrático. En Vic, Ceuta y donde sea. Pero, además, demonizar a quien te permite gobernar (hoy en Autonomías y ciudades; mañana quizá en España) es una incongruencia moral y un disparate estratégico», escribió.
Su tuit fue al hilo de otro mensaje de un popular, en este caso el alcalde de El Puerto de Santa María (Cádiz), Germán Beardo. Recordó que Vox impidió que él fuera reprobado en su municipio y dijo no entender cómo el PP de Ceuta no hizo lo mismo con Abascal. Por su parte, Carlos Díaz-Pache, viceconsejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, fue más breve, pero muy claro: «No entiendo la abstención del PP de Ceuta y me parece un enorme error», tuiteó.
Al margen de estas sensibilidades del PP, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, le envió a Abascal un mensaje de apoyo, y este se lo agradeció de vuelta. «Rechazamos absolutamente este señalamiento contra Santiago Abascal –escribió en Twitter–. Es una práctica idéntica a las empleadas por los nacionalistas para atacarnos a los constitucionalistas. Es inadmisible».