«El 80% de los andaluces no puede comprarse un coche eléctrico»
∑Este empresario nacido en Burgos llegó a Linares con siete años y se considera «andaluz de pura cepa». El presidente de Grupo Japemasa es la voz de los concesionarios de toda España
—¿Se están recuperando las ventas ya al nivel de 2019?
—La caída ha sido de un 35% y la recuperación respecto a 2019 no se está produciendo. Los datos del primer semestre de este año reflejan que la pandemia sigue haciendo daño. Hemos perdido 8.000 empleos en las redes de concesionarios, de ellos algo más de 3.000 en Andalucía. Pensamos que si se hubieran hecho las cosas de otra forma podría habernos ido mejor. Nosotros estimamos que la tercera parte de la caída del automóvil se ha debido a la reducción de movilidad originada por la pandemia; otro tercio, a la situación económica: el poder adquisitivo del español medio ha caído, hay mucha gente en ERTE y en desempleo y se venden menos coches; pero una tercera parte de la caída se deriva de la incertidumbre detectada entre los consumidores sobre qué forma de propulsión comprar. Se está dando una velocidad a las propulsiones de bajas o cero emisiones que el consumidor no es capaz de digerir y eso hace que posponga su decisión de compra. Estamos en una situación complicada pero que podría ser mejor si siguiéramos los pasos adecuados.
—¿Qué pasos serían?
—El principal es que las administraciones públicas hicieran su trabajo, crearan infraestructuras de recarga en todo el país, hicieran la reforma fiscal que necesita el vehículo cero emisiones y baja emisiones para ser atractivos, se pusieran en marcha los planes Moves, que tienen muchas diferencias entre las comunidades autónomas en cuanto a la velocidad de implementación, y que todas las ciudades tuvieran, al igual que tiene, por ejemplo, Madrid, ventajas para su utilización. Y que una vez que todo esto estuviera hecho empujáramos al consumidor a comprar vehículos cero emisiones. Pero se está empezando la casa por el tejado: estamos primero obligando al consumidor a comprar el coche y detrás va la creación de infraestructuras. Eso no tiene ningún sentido porque es como si nos hubieran obligado a comprar teléfonos móviles cuando no había red de cobertura nacional. Es cierto que el vehículo eléctrico sirve a una determinada parte de la población, pero no a otra. Con lo cual, nuestra postura es: vamos a impulsar las cero y las bajas emisiones de una manera muy decidida, pero también el gasolina y diésel porque todavía quedan muchos años de venta de este tipo de vehículos.
— ¿Son suficientes los estímulos del nuevo Plan Moves? ¿cómo marcha en Andalucía?
—Los estímulos que se están poniendo no son suficientes. Es cierto que se está incrementando el mercado de eléctricos y de cero emisiones, pero todavía no tiene absolutamente nada que ver con el de motores de combustión. Los particulares y las empresas, que no sean ‘rent a car’ y concesionarios, este año van a comprar, aproximadamente, unos 14.000 coches en un mercado de un millón, es decir, es todavía un mercado muy simbólico. Alemania tiene 60.000 puntos de recarga y España, 8.000. Se tienen que hacer muchas cosas para que realmente haya un despegue. Que lo habrá sin ninguna duda, pero la clave es cuándo. En cuanto a Andalucía, pues peor todavía: en una comunidad autónoma tan grande no tenemos prácticamente puntos de recarga y los que hay están en las propias instalaciones de los concesionarios. Si los concesionarios no hubiéramos hecho inversiones ahora mismo no habría prácticamente ninguno en Andalucía. Solo sale en las noticias cuando un ayuntamiento pone un punto de recarga y hacen una fiesta y cortan una cinta. Tiene que haber muchos distribuidos en la ciudad, pero tampoco podemos olvidar que el vehículo eléctrico se carga en domicilio por la noche y hay que tener en
«Es sorprendente que un ayuntamiento que tenga una fábrica de cajas de cambios haga una política anti coches»