Una Universidad a medida
La Universidad española se adapta a los nuevos tiempos, por desgracia, e incluye entre las múltiples novedades la perspectiva de género y la memoria democrática. Se le da preferencia de acceso a la mujer en el cuerpo docente por ser el sexo menos representado, y ¿cuándo sean mayoría será al revés? Dónde queda la vieja aspiración del ser humano del principio de igualdad ante la ley y la no discriminación latente desde la Revolución francesa y recogida en nuestro artículo 14 de la Carta Magna. Además, las universidades incidirán «en todos sus ámbitos académicos en materia de memoria democrática como forma esencial de educación de las nuevas generaciones», es decir, se va a enseñar una parte de nuestra Historia reciente claramente sesgada por imposición en unos estudios que conducen a la especialización, como son los universitarios.
España y en Afganistán. Tan atroz paralelismo –«ofensiva para las mujeres afganas y para nuestra democracia», denuncia Arrimadas, en medio del ominoso silencio del PSOE– no ha sido un mero desliz, pues la ministra de Igualdad se ha explayado en explicar que en todos los países hay formas «de oprimir a las mujeres» y que «pasa en Afganistán, con el derecho al acceso a un empleo, a la educación y a la salud, pero también pasa en España con tasas intolerables de asesinatos por violencia machista».