EL PAPA FRANCISCO HIZO SU PRIMER VIAJE AL EXTRANJERO A BRASIL EN 2013 PARA FRENAR EL AVANCE DE LAS IGLESIAS REFORMADAS
l vídeo apenas tiene siete minutos, pero su dimensión es enorme. En la iglesia del Nazareno, en el municipio peruano de Tacabamba, provincia de Chota, Lilia Paredes, la primera dama de Perú, y sus tres hijos, Alondra, de 9 años; Arnold, de 16, y Jennifer, de 23, reciben la imposición de manos (bendición) de un grupo de pastores evangélicos. La «homilía presidencial», como bautiza el acto el líder, representa el agradecimiento por la victoria en las urnas de Castillo. «Confiamos Padre Santo que tú estarás en el palacio y estarás con ellos», asegura con voz firme.
La matriarca, con un poncho abierto claro y sus hijos, recibe la bendición arrodillada. De fondo, un murmullo constante de rezos y súplicas enjugadas en lágrimas –«Ayúdanos, Señor, no nos dejes solos…»– se mezclan en el audio del micrófono. Entre los fieles apenas se aprecia alguna mascarilla. Están juntos en un templo humilde como esa parte del Perú profundo. La ceremonia termina con abrazos y besos a la familia que, según el pastor, ha llegado al poder por la gracia de Dios. «Cada vez que ellos regresen, será una celebración», anuncia.
El presidente de Perú es el único ausente en el templo. Castillo es católico y un ultraconservador de la llamada ‘agenda moral’, pero, a diferencia de su mujer y sus hijos, no comulga con ninguna iglesia evangélica. El matrimonio se conoció en el colegio y formalizó su noviazgo el último año. Después vino la boda y sus caminos, únicamente en lo religioso, se distanciaron, sin que ello provocara un cisma familiar. En las cuestiones de fondo, están de acuerdo: educación tradicional, rechazo al matrimonio igualitario, oposición al aborto y desconocimiento del colectivo LGTBI.
Hasta ahora, se hablaba de la influencia del comunismo y de los vínculos o simpatías del entorno de Castillo con Sendero Luminoso, el grupo terrorista de origen maoísta que sembró el terror en Perú, hasta entrada la década de 1990, con más saña que las FARC en Colombia. Ahora, el periscopio de la inquietud informativa amplía su radar a un fenómeno que, sin duda, influirá en la gestión del Ejecutivo: la penetración en la primera magistratura de los evangélicos.
El escenario de Perú resulta inédito en lo político y lo religioso. En
El Vaticano intenta recuperar a sus fieles
Eevangélicos o evangélicos políticos? Los nuevos modelos de conquista política de los evangélicos en América Latina’, define estas congregaciones como «todos los grupos cristianos de tradición protestante que, en mayor o menor medida, centran su actividad eclesial en la labor evangelizadora y conversionista». Su expansión, formidable en los últimos cincuenta años, alcanzó su punto álgido en 2018. Ese año, reseña, «significó la consolidación de las iglesias evangélicas como los nuevos actores políticos en América Latina». Algunos ejemplos ilustran esta afirmación: sin afiliación religiosa son el segundo grupo en crecimiento» .
En México, las agrupaciones evangélicas crecieron un 35 por ciento en la última década, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Ineg). El censo de 2010 identificaba a más de ocho millones de mexicanos que se declaraban protestantes, pentecostales, cristianos o evangélicos. La Iglesia La Luz del Mundo, fundada en 1926, posee empresas en el sector inmobiliario, cultural e informativo. Su líder, Naasón Joaquín García, continúa detenido en Estados