Encantadora
¿No es posible que lo que para las mujeres actuales sea machismo para hombres de generaciones anteriores solo sea educación?
UEVO ‘tema que te quema’. Les recuerdo el anterior: ¿se llevaría de vacaciones, a su casa, compartiendo habitación, al novio/a de su hijo/a adolescente? El debate acabó más o menos en empate. Algunos me reprocharon que me ‘mojé’ poco. En este caso tampoco pienso hacerlo. Otra cosa es que fracase en el intento. Vamos al lío. Les pongo en contexto: una jornada científica. Una mesa redonda para analizar los avances en relación con las políticas públicas sobre una patología determinada. Todo virtual. Un especialista toma la palabra y su mensaje fundamental es que el Gobierno autonómico no ha hecho los ‘deberes’. Pero en la webinar participa un representante de la administración. En realidad, una representante. La encargada del asunto sobre el que debaten.
Dice el neurólogo (especialidad ficticia): aunque Aurora (nombre ficticio) es encantadora y tiene la mejor disposición, si no le ponen los medios y recursos adecuados para desarrollar las políticas necesarias, no puede hacer nada, y eso es lo que está ocurriendo, que en Aragón (comunidad ficticia) no hay avance alguno. No sé si son palabras literales, pero eso es, en esencia, lo que dice. Lo de «encantadora» sí es literal. El moderador le pregunta a la representante del Ejecutivo si desea intervenir por alusiones y esta responde secamente que no. El resto de ponentes viene a coincidir más o menos en la misma crítica. Al final de la jornada, en privado, la aludida le dice al moderador, enormemente airada, que le transmita a Antonio (nombre ficticio) que no le vuelva a llamar «encantadora» ni en público ni en privado. Que no se lo consiente.
El asunto que les propongo para discusión ya lo pueden imaginar. ¿Fue ese «aunque Aurora es encantadora» un rasgo de micromachismo? ¿O más bien de macromachismo? ¿O simplemente fue cortesía? Quizás la primera pregunta que debemos hacernos para dilucidar la cuestión es: ¿hubiera dicho lo mismo Antonio si Aurora no fuera Aurora sino, qué se yo, Manuel por ejemplo? Literalmente, creo que no. No me imagino a Antonio diciendo: «aunque Manuel es encantador y tiene una gran voluntad…». Sin embargo, sí me lo imagino diciendo: «aunque Manuel es un hombre dialogante y tiene la mejor voluntad...». Por otro lado, no me pareció en ningún caso que la intención de Antonio fuera humillar a Aurora haciéndola sentir la cara amable (e inútil) del Gobierno. Al contrario. Lo que me pareció es que intentaba exculparla de toda responsabilidad.
Claro que la pregunta entonces sería: ¿la exculpaba solo por el hecho de ser mujer? ¿En realidad lo que estaba diciendo Antonio es que a las mujeres
Nno hay que exigirles responsabilidad, solo que sean encantadoras? ¿Estaba asumiendo el rol de caballero protector y galante frente a la dama vulnerable e indefensa? Más preguntas: ¿le hubiera molestado a Antonio si hubiera sido al contrario? ¿Se hubiera sentido airado y tratado como hombre florero, como un ceniciento al que una princesa azul vuelve para salvarlo y colocarle el zapato? ¿Hubiera alterado el orden de los factores el producto? ¿Si hubiera dicho que Aurora no tenía medios antes de decir que era encantadora la afirmación hubiera sido menos machista? Solo quiero añadir un elemento más el debate. Pero no leña, sino más bien agua al fuego. ¿Podemos juzgar a una persona de cerca de sesenta y cinco años con el mismo criterio que a una de cuarenta o de veinte? Más explícito: ¿nos podemos indignar del mismo modo con el comentario machista (o micromachista) de una persona de una generación diferente a la nuestra? ¿Es la indignación y no pasar ni una la única forma de avanzar en la igualdad? ¿Dónde situamos el límite de la intransigencia frente al machismo? ¿Sobrevivirían nuestros padres, los padres de las generaciones que tienen ahora cuarenta y cincuenta, a esa severidad de juicio? ¿No es posible que lo que para las mujeres actuales sea machismo para hombres de generaciones anteriores solo sea educación? ¿Fue
Antonio machista o simplemente quiso ser cortés? ¿Es la cortesía un atributo machista cuando se emplea con una mujer? ¿El propio concepto de caballerosidad debería ser fulminado?
Y más preguntas. ¿Usan algunas mujeres el asunto del feminismo como cortina de humo para desviar la atención? ¿Se habría molestado Aurora de la misma forma si Antonio, después de colocarle el «encantadora», la hubiera elogiado por tener todas sus políticas al día? ¿Debería Aurora preocuparse más por arreglar los asuntos de su competencia que por ofenderse del comentario de alguien que no tuvo intención alguna de herirla sino de lo contrario? Y finalmente: ¿nos la cogemos con papel de fumar y tenemos la piel demasiado fina para unas cosas y demasiado dura para otras? ¿Es la intolerancia frente a cualquier gesto de machismo consciente o inconsciente la única forma de avanzar en igualdad? Denle al tema, denle… Pero no se aticen: la vida es maravillosa y el fin de semana demasiado corto.