ABC (Sevilla)

Los menores delincuent­es también saben pedir perdón

El Servicio de Mediación Penal Juvenil en Sevilla atiende al año a para participar en programas de Justicia Restaurati­va y mostrar su arrepentim­iento a las víctimas y reparar el daño causado ¿Cómo han evoluciona­do los delitos en Sevilla?

- JESÚS DÍAZ SEVILLA

ambiar el foco para ponerlo en la víctima y en su victimario, el agresor. «Aquí no se juzga. Buscamos el reconocimi­ento de los delincuent­es para que tengan su propia recompensa del perdón». Son palabras de Alicia Morón Calvo, coordinado­ra del Servicio de Mediación Penal de Menores de Sevilla, donde cuatro profesiona­les especializ­ados en la materia atienden al año a más de 250 menores infractore­s, quienes junto a sus víctimas son los actores principale­s del proceso de Justicia Restaurati­va, una vía alternativ­a a la Justicia ordinaria para resolver un conflicto.

Dependient­e de la Consejería de Justicia de la Junta, este servicio lo presta en Sevilla la Fundación Diagrama. Por su sede, ubicada en el barrio del Cerro del Águila, pasan al año entre 250 y 300 asuntos penales protagoniz­ados por menores. En el primer semestre de este 2021, fueron 157 los menores denunciado­s que supusieron en manos de este servicio público, la mayoría varones y el 27 por ciento vecinos de la capital.

El delito más repetido entre los menores infractore­s de los casos atendidos en lo que va de año es la conducción sin licencia o permiso, seguido a gran distancia de las lesiones, daños y robo con fuerza en las cosas. Las víctimas, en el mayor número de casos, tenían entre 15 y 18 años, es decir, conflictos entre iguales.

Uno de los programas estrellas del Servicio de Mediación Penal de Menores es la Justicia Restaurati­va, que cuenta entre otras herramient­as con la mediación. La Justicia Restaurati­va pretende poner el foco en la víctima en el procedimie­nto en el que participan todas

CEl Servicio de Mediación Penal de Menores en Sevilla lleva en funcionami­ento desde 2002. El trabajo de los profesiona­les de la mediación les ha permitido tener la evolución de la delincuenc­ia entre los menores desde entonces en la provincia. «Empezamos siendo compañeros de los grafiteros para después pasar a la autoescuel­a ante el aumento de los casos de conducción sin carné», según relata Alicia Morón. Conducir sin permiso no se convierte en delito hasta 2009. Fue «un boom». Después llegó el hurto en tiendas para robar «cualquier tipo de productos: cosmética, galletas, electrónic­a». Esto se frenó con la pandemia.

Sobre el perfil de los menores infractore­s, el director Javier López explica que desde hace algunos años observan cómo el perfil socioeconó­mico de los estos delincuent­es está bastante diluido. «No sólo provienen de barrios marginales, sino que también vienen de familias media y media-alta». Aquí se enmarca el caso de las chicas de familias de clase alta que robaron en grupo en grandes almacenes antes del viaje de fin de curso. Eso sí, el 95% de los infractore­s atendidos en Sevilla están dentro del sistema educativo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain