El caso polaco es más grave, y la UE se lo ha afeado, pero España debe decidir cuál es su modelo: Europa pide más peso de la carrera judicial
Propuestos y seleccionados/ elegidos por jueces
El gráfico de la página anterior ofrece la composición de los consejos del poder judicial según el procedimiento de designación. Vaya por delante que en 2010, el Comité de ministros de los Estados miembros dictó una recomendación sobre los jueces en la que señala que al menos la mitad de los miembros de los Consejos del poder judicial deben ser jueces seleccionados por sus homólogos de entre todos los niveles del sistema judicial y con respeto al pluralismo interno de dicho sistema. Pues bien: cada uno de los países con Consejo es un mundo pero, salvo en Polonia y en España, en los demás hay un porcentaje mayor o menor de jueces elegidos directamente por la carrera. En casos como Grecia, Hungría o Lituania, en el entorno del 90% de los vocales.
Percepción pública
El ruido político existente en España en torno a este asunto tiene su repercusión en la percepción social no ya de la independencia del CGPJ, sino de la de los jueces y tribunales en su labor jurisdiccional. Estos datos se extraen del Eurobarómetro de 2016, 2017, 2018 y 2020: más del 40% de los españoles consideran muy o bastante mala la independencia de los tribunales y los jueces, una percepción que atribuyen principalmente a «la injerencia o presiones del Gobierno y los políticos». Esto sitúa a España como el decimonoveno peor país de los Veintisiete. O el noveno por la cola.
Sin duda es un mal dato, aunque evidentemente hay que enmarcarlo en un hecho indiscutible: desde 2015 en España se ha puesto en solfa el sistema en su conjunto, y el sistema judicial en particular ha sido y sigue siendo objeto de señalamiento permanente desde el poder político, especialmente por Unidas Podemos (UP). Los ataques a la independencia de los jueces desde el partido que hasta el mes de mayo dirigió Pablo Iglesias son constantes y el propio CGPJ ha publicado dos comunicados de rechazo al entonces vicepresidente del Gobierno y principal socio del presidente Sánchez. Algo similar sucedió cuando el PSOE y UP presentaron una iniciativa en el Congreso para cambiar el modelo de elección sin contar con la oposición y en la dirección contraria a la sugerida por Europa.
El caso polaco es más grave: en septiembre de 2018, la red europea de consejos del poder judicial suspendió el consejo polaco porque ya no garantizaba la independencia judicial. España debe decidir ahora a quién se quiere parecer: al conjunto de la UE o a Polonia.