Aprobada la nueva norma de calidad para el aceite de oliva
Habrá un sistema de trazabilidad estándar para el producto Firmeza en los precios del aceite de oliva
A estos datos hay que sumar que «partimos con unos stocks de enlace para esta campaña por debajo de las medias de los últimos años», asegura el responsable de aceituna de mesa de Asaja Sevilla, José Pedro Guzmán, por lo que «la campaña se inicia con las disponibilidades justas y necesarias para poder cubrir la demanda del mercado nacional e internacional». «Si finalmente las lluvias no llegan a tiempo o no son lo suficientemente abundantes y no se alcanza la producción aforada en este segundo avance (558.190 toneladas) nos encontraríamos con un desequilibrio para poder abastecer el mercado», alerta el técnico de la patronal agraria.
El Gobierno ha aprobado la norma de calidad del aceite de oliva y de orujo de oliva con tres objetivos: revalorizar este alimento, atender las nuevas demandas de transparencia de la ciudadanía y satisfacer una reivindicación histórica del sector, ya que la anterior normativa databa de 1983.
Los términos «virgen» y «virgen extra», denominaciones para el puro zumo de aceituna, solo se podrán utilizar para el aceite de oliva y no para ninguna otra grasa vegetal en el mercado español con el fin de evitar confusiones entre los consumidores. También se refuerza la prohibición de mezclar aceite de oliva con otros aceites. Así, a partir de ahora, queda prohibido que alimentos que llevan en su composición aceite de oliva puedan destacarlo en la denominación de venta (sí deberán hacerlo en la lista de ingredientes) con el fin de evitar engaños al consumidor.
Adiós al refrescado
Asimismo, se prohíbe en España la práctica conocida como ‘refrescado’, que consiste en mezclar aceites de oliva vírgenes de la campaña en curso con otros de campañas precedentes para mejorar las características organolépticas del producto más antiguo. Esta práctica afectaba a la durabilidad del aceite, que se acortaba frente a la de los aceites de las campañas en curso, y estaba permitida en la normativa anterior.
El sector oleícola contará con un plan nacional específico de control de trazabilidad, coordinado por el Ministerio de Agricultura y gestionado por las comunidades autónomas. Por primera vez, se obliga a llevar un sistema de trazabilidad estandarizado, «muy exigente», que redundará en mayores garantías para el consumidor. Además, se obliga a que los movimientos de aceite vayan amparados por documentos de acompañamiento. Así, los movimientos de aceites a granel deberán ir acompañados de un boletín de análisis que garantice que la categoría declarada es la que dice ser. Este sistema de control, que no existe en ningún otro país del mundo, coloca a España en cabeza de las exigencias de calidad del aceite de oliva.
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, que aglutina a la gran mayoría de cooperativas productoras de aceite de oliva a nivel nacional, ha valorado que sea España la que inicie y lidere la normativa sobre el control de la calidad del aceite de oliva. Además, destaca que el Ministerio ponga a disposición de operadores y autoridades de control un sistema informático para notificar, obligatoriamente y de forma previa, cualquier movimiento que afecte al aceite de oliva.
Por su parte, la organización agraria UPA lo ha calificado como «poco ambicioso» y aboga por la diferenciación entre los aceites de oliva procedentes de distintas formas de cultivo.
Por su parte, desde Asaja han aplaudido que el documento eliminase la intención inicial de prohibir los recipientes de plástico, y que permita la posibilidad de diversificar la actividad de la almazara, aprovechando el carácter temporal de la actividad que se desarrolla en la misma.
El aceite lampante sube a 3.000 €/tn. El aceite virgen sigue cotizando sobre los 3.150 €/tn y la calidad virgen extra continúa a partir de 3.500 €/tn. Fuente: Oleoestepa.
Los términos «virgen» y «virgen extra» sólo se podrán usar para el aceite de oliva y no para ninguna otra grasa vegetal