Más de 50 sancionados al desmantelar una macrofiesta y carreras ilegales
Nuevo fin de semana con fiestas nocturnas en Cataluña que acaban con altercados. La más sonada fue la macroconcentración que los Mossos d’Esquadra desmantelaron la madrugada de sábado a domingo en un polígono industrial de Llinars del Vallés (Barcelona), que obligó a movilizar un dispositivo especial que se saldó con 400 tudes violentas, lo que «daría un rango de mayor autoridad a los agentes en la vía pública». La frase que más se escucha en estas movilizaciones juveniles, que demuestran esa pérdida de valores, es «nos han quitado dos años de vida [por el Covid]».
Ocio nocturno cerrado
El final de las clases, el inicio del verano y la llegada de turistas se han sumado al fin del toque de queda, mientras en territorio catalán el ocio nocturno permanece cerrado. La reapertura de bares y discotecas no erradicaría el fenómeno callejero, pero sí ayudaría a minimizarlo, piensa el sector. Como posibles soluciones, desde el sindicato mayoritario de los vehículos identificados y 52 sanciones. Una patrulla acudió al lugar alertada por varios vecinos y se encontró con centenares de jóvenes que, al parecer, se habían citado para hacer botellón, derrapes y carreras ilegales. El coche policial fue atacado y tuvo que recular. En Barcelona la madrugada del sábado acabó con unos 800 desalojados de la vía pública.
Mossos apuestan por un dispositivo que haga un trabajo previo para evitar concentraciones numerosas y que cuente con más agentes. Y es que a la merma de las plantillas se suman las vacaciones estivales.
Otra opción pasaría, proponen. por cerrar o remojar playas y plazas, como el Consistorio de la capital catalana activó el pasado julio, tras admitir que «ni con el doble ni con el triple de policía» se pueden evitar estas concentraciones. «Ahora se está recogiendo lo plantado durante años. Hasta que el consumo de alcohol, en plena crisis sanitaria, no ha significado un gran problema de orden público, nadie ha hecho nada», argumenta Bermúdez.