Brasil-Argentina, suspendido por el protocolo anti-Covid
Las autoridades locales entraron al campo para impedir que cuatro jugadores argentinos disputaran el partido
El partido entre Brasil y Argentina que se disputaba anoche en Sao Paulo, correspondiente a la fase de clasificación para el Mundial de Catar 2022, fue suspendido por el árbitro casi una hora después de que miembros de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria brasileña (Anvisa) entraran al terreno de juego para impedir que cuatro futbolistas albicelestes (Emiliano Martínez, Giovani Lo Celso, Cristian Romero y Emi Buendía) jugaran el duelo por mentir en los protocolos anti-Covid a su llegada al país. El partido lo estaban jugando los sevillistas Acuña y Montiel, si bien también se encontraban entre los convocados el también sevillista Papu Gómez y los béticos Germán Pezzella y Guido Rodríguez.
Unas horas antes de iniciarse el partido, la Anvisa pidió a la Policía brasileña el aislamiento o la deportación inmediata de esos futbolistas de la selección argentina, todos ellos integrantes de equipos de la Premier League inglesa, al entender que mintieron en inmigración al rellenar la documentación relacionada con los protocolos para prevenir la pandemia. Emiliano Martínez, Giovani Lo Celso, Cristian Romero y Emi Buendía estuvieron el pasado jueves en Caracas la victoria de Argentina por 1-3 ante Venezuela y desde allí se desplazaron con toda la delegación argentina hasta Sao Paulo. Las normas sanitarias brasileñas vigentes exigen que las personas que estuvieron en los últimos catorce días en Reino Unido, India y Sudáfrica deben cumplir una cuarentena obligatoria al llegar al país.
En declaraciones al canal Globo, el presidente de Anvisa, Antonio Barra
Torres, explicó que se notificó a la delegación argentina que esos cuatro jugadores debían permanecer aislados en el hotel de concentración, pero que cuando agentes de la Policía Federal fueron a constatar ellos ya había salido para el estadio. Por eso, funcionarios de la agencia de salud brasileña irrumpieron en el césped del estadio Neo Química Arena cuando ya se habían disputado los primeros cinco minutos del encuentro entre Brasil y Argentina.
«Esos cuatro jugadores tienen que ser deportados de Brasil. Serán multados y sancionados por una serie de infracciones sanitarias. La primera infracción fue no cumplir el aislamiento, la anterior por no haber respondido de manera fidedigna el cuestionario de viajero, y ahora por jugar», afirmó Barra Torres bastante contrariado y molesto.
IGNACIO LIAÑO
El futuro de Sevilla Atlético no puede estar toda la temporada en manos de Alfonso Pastor. Debe estar en las botas de Iván Romero. Ahí hay una diferencia sideral. De un área a otra hay una plantilla, una estructura de equipo y un plan competitivo a seguir que no está funcionando. Y hay un problema, porque sólo parece haber lo primero tras los dos primeros partidos del filial sevillista, especialmente tras la dolorosa derrota que firmó ayer frente al Castellón, que desencanta al sevillismo en el arranque pese a haberse quitado ya a dos de los grandes clubes de bronce que lucharán por llegar a Segunda división.
Al final de la primera mitad, Iván Romero gozó de la más clara para los sevillistas, pero el filial encajó fruto de un contragolpe que finalizó Kandoussi. Alfonso Pastor evitó la goleada con varias acciones de mérito, y sería Cubillas quien pondría la puntilla final en Castalia. El Sevilla Atlético se medirá ahora al Atlético Sanluqueño en El Palmar.