Un agujero en el ciclismo español
∑Por primera vez en la historia, los corredores nacionales no ganan una etapa en la Vuelta, el Giro o el Tour; el lebrijano Juanpe López concluye decimotercero
En la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela, imponente la visión nocturna de la catedral, concluye la Vuelta 21 ante la perpleja mirada de los peregrinos. Han sanado mente y alma recorriendo caminos, como sendas han transitado los ciclistas españoles durante 21 días. Pero ellos no han aliviado su espíritu. Acaba la carrera con un infausto balance: por primera vez en la historia, sin remontarse al pleistoceno, los corredores locales se marchan de las tres grandes sin una victoria de etapa. Ni Vuelta, ni Giro ni Tour, la serie es una continuación de una decadencia que se adivinaba. Sí ha asomado la cabeza el lebrijano Juanpe López, decimotercero en la clasificación general de la Vuelta.
Los ciclistas españoles han perdido protagonismo en las carreras y el eterno Alejandro Valverde, retirado por accidente en esta edición, no puede a sus 41 años taponar todas las vías de agua. ¿Qué sucede? Responden a la pregunta exciclistas que conocieron tiempos mejores. El abulense Carlos Sastre ganó el Tour 2008, vivió en la abundancia
Induráin en el hotel Capitán de Cangas de Onís, se produjo un intervalo incómodo para los españoles. Solo Ángel Edo consiguió una etapa en el Giro en una sequía de éxitos en la Vuelta que ganó Alex Zülle y el Tour, que Induráin
perdió ante Bjarne Riis. Por entonces daba sus últimos pasos ciclistas el segoviano José Luis de Santos, exseleccionador español y actual presidente de la asociación de corredores.
«Se han dado un cúmulo de circunstancias para que estemos así –opina– . También hubo mala suerte. Tenemos corredores muy buenos como Enric Mas, Herrada, los hermanos Izaguirre, Omar Fraile, Mikel Landa, que pueden ganar sin problemas donde apunten. Volveremos pronto a ganar».
De Santos organiza la Vuelta Junior Cofidis, carrera en miniatura donde los chavales emulan a las estrellas del pedal en las ciudades por donde pasa la Vuelta. Labor formativa que empieza en los colegios que el segoviano realiza con agrado. «En mi época todos los niños queríamos ser Miguel Induráin o Perico Delgado. Ahora ya no es así. Antes solo había dos canales de televisión y el ciclismo era un deporte de masas. Ahora hay otras formas de ocio, más tecnología. Es distinto».
Lo que ha detectado De Santos es la dificultad para captar futuros profesionales. «Es complicado que ahora los niños y las niñas vayan a las escuelas de ciclismo. Tenemos que ir a buscar