El fútbol suramericano se instala en el esperpento
∑La suspensión del Brasil-Argentina por el protocolo anti-Covid se une a otros episodios anómalos en este continente
En un fútbol caliente por naturaleza como es el suramericano, históricamente salpicado por escándalos de violencia, la suspensión del Brasil-Argentina de la fase de clasificación para el Mundial de Catar provocó el domingo un bochorno sin precedentes en este continente y tampoco en otras latitudes. Una vergüenza para los aficionados de un deporte que por primera vez vivió la interrupción de un encuentro después de que inspectores sanitarios accedieran al césped en mitad del duelo para deportar a cuatro internacionales albicelestes a los que las autoridades brasileñas acusaban de haber violado los protocolos anti-Covid al ingresar en el país.
Unas imágenes que merecen el calificativo de surrealistas y un episodio que deja dudas abiertas. También la incógnita sobre qué pasará con el resultado de este choque. En una temporada sin fechas por lo apretado del calendario, la FIFA anunció ayer que ya dispone de los primeros informes y advirtió de que «los órganos disciplinarios analizarán la información para tomar la correspondiente decisión a su debido tiempo».
El ‘Superclásico de las Américas’, uno de los partidos más mediáticos del planeta fútbol, nació ya con polémica porque, antes de su inicio, la Policía brasileña se había presentado en el hotel de Argentina en busca de Emiliano Martínez, Giovani Lo Celso, Cristian Romero y Emiliano Buendía. Según las autoridades sanitarias, los cuatro internacionales, que militan en la Premier inglesa, habían violado el protocolo anti-Covid y debían ser expulsados de Brasil, país que exige cuarentena a los extranjeros que han pasado en los últimos catorce días por el Reino Unido, India o Sudáfrica. Finalmente, con la mediación de la Confederación Suramericana ante el Gobierno de Bolsonaro, la orden no se llevó a cabo y los jugadores pudieron acudir al estadio. Tres de ellos aparecieron en el once de Tite.
Con el partido comenzado llegó el terremoto que hizo saltar por los aires el clásico. Inspectores sanitarios entraron en el césped en busca de los cuatro futbolistas (que llevaban ya tres días en el país), lo que dio paso a la retirada argentina al vestuario, a más de una hora de incertidumbre y, finalmente, a la suspensión del partido. Acérrimos rivales, Brasil y Argentina cerraron filas y a través de los presidentes de sus federaciones mostraron su sorpresa por lo vivido. «La FIFA lamenta las escenas que impidieron a millones de aficionados disfrutar de un partido entre dos de las naciones futbolísticas más importantes del mundo», afirmó ayer el máximo organismo del fútbol mundial. Una suspensión que pasa a formar parte de la leyenda negra del fútbol suramericano, en el que a lo largo de los tiempos se han escrito otros capítulos tan inolvidables y surrealistas como el del domingo.
El 3 de septiembre de 1989 se produjo uno de los episodios más bochornosos del fútbol. El meta Roberto ‘Cóndor’ Rojas sacó una cuchilla de su media y se cortó la ceja para simular haber recibido el impacto de una bengala caída a un par de metros de donde se encontraba. Chile, su selección, perdía ante Brasil (1-0) y solo le valía el triunfo para acudir al Mundial de Italia, por lo que el portero buscó así la suspensión del duelo, objetivo que logró porque sus compañeros abandonaron el campo. Pese a que las imágenes demostraron el engaño, Rojas mantuvo su versión, siendo castigado a perpetuidad por la FIFA, que impidió a Chile participar en la fase de clasificación para el Mundial de 1994. Aquel episodio dejó la interrogante de si el arquero actuó solo o con la complicidad de otros futbolistas y miembros del cuerpo técnico chileno.