La enemistad manifiesta entre el juez Pedraz y su expareja
La abogada aún no ha asimilado la ruptura y se niega a verse con él en el tribunal
Aunque parezca increíble la ruptura sentimental del juez Santiago Pedraz con su expareja. la abogada penalista Silvia Córdoba, y su relación sentimental con la viuda del marqués de Griñón, Esther Doña, ha ocasionado un problema judicial que ha terminado con un auto fechado el 6 de septiembre (ayer) por el cual el magistrado resuelve abstenerse de una causa en la que su expareja intervenía como defensa tras el recurso que presentó ante el hecho de coincidir en el juzgado con quien había sido su novio.
Para entender este lío judicial hay que ponerse en situación y encajar cada paso que se ha dado. Por explicarlo fácilmente meses antes (el 23 de diciembre de 2020) el juez Pedraz, que había coincidido en una causa donde su novia actuaba como abogada, se abstuvo de llevar ese caso dada su relación sentimental y teniendo en cuenta el principio de «preservar la imagen de imparcialidad del sistema judicial como expresión del Estado de derecho». Hasta aquí todo normal. El vínculo de su unión hacía en cierta forma incompatible que se velara por esa anhelada imparcialidad que podrían haber utilizado en su contra y de ahí esa reacción.
Exposición mediática
Lo llamativo de esta historia viene cuando se produce la ruptura de ese noviazgo, algo que se hace más notorio una vez el magistrado aparece junto a Esther Doña, con quien posa en las redes sociales de la marquesa viuda en actitud cariñosa y proclamando su felicidad (Doña ha querido compartir con sus seguidores imágenes muy románticas, con bailes y beso in