Usen el bombo para los vocales
Otra vez con la renovación del CGPJ. El que quiere intervenir en la elección de los vocales del CGPJ es porque quiere mangonear el CGPJ. Para que se puedan elegir vocales lo primero es tener candidatos y estos cumplir los requisitos –turnos, años de ejercicio, avales, etc...–. No hay que modificar ni la Ley del CGPJ ni la Constitución solo se requiere que el PSOE y el PP pacten que los 12 vocales que salgan del bombo sean a los que les darán sus votos. No hay mayor independencia que la del bombo. El vocal no le debe el puesto a nadie. Posteriormente se modificaria la Ley del CGPJ para que el bombo sea el que exprese la independencia de los nombramientos. No hay elites y no hay partidos políticos que mangoneen.
Tras la polémica Ley de Universidades en la que el ministro podemita Castells elimina la firma del Rey de los títulos universitarios. Este deplorable elemento pretende ahora aprobar la llamada Ley de Convivencia Universitaria, una iniciativa que degradará aún más nuestras corrompidas y politizadas universidades públicas. Las intenciones de este nefasto Gobierno social comunista que sufrimos, es tratar de convertir la Universidad en un lugar donde la excelencia, la formación rigurosa y el esfuerzo competitivo, estén completamente ausentes. Solo desde esa perspectiva se puede entender todo lo que pretenden perpetrar, como que se le mantendrán las becas a los alumnos que cometan ‘fraude académico’, seguiremos pagando con dinero público la carrera a todo aquel que sea sorprendido adulterando los exámenes, incumplan las normas de salud o deterioren el patrimonio. Los más perjudicados serán los de siempre, los jóvenes de familias más débiles económicamente, a las que les es completamente imposible llevar a sus hijos a una privada. Creo que va siendo hora de que eso que la izquierda denomina ‘clase trabajadora’ piense bien a quién le dan su voto.
El envejecimiento es, de momento, irreversible, pero es posible intervenir para ralentizarlo. Una línea de actuación está en la posibilidad de descubrir enfermedades a través de la genética, llegando a predecir el tipo de dolencias que va a tener una persona. Así, por ejemplo, analizando una muestra de saliva, se puede saber las probabilidades que tiene un individuo de desarrollar un cáncer de mama. La gran esperanza de actuación está en el uso de la tecnología CRISPR (tijeras moleculares) que permite corregir el genoma de cualquier célula, eliminar mutaciones e insertar nuevo ADN que supla al dañado. La detección precoz de enfermedades permitirá aplicar terapias en la fase inicial. La medicina del futuro, además de disponer de nuevas terapias y de ser preventiva y predictiva, dispondrá de formas innovadoras de tratamientos y generalizará el uso de nanorrobots insertados en el organismo y controlados de forma remota.