Vox vota con PSOE y Podemos contra la comisión de las auditorías de la Junta
El Gobierno andaluz ofrecía este foro para tratar sobre el personal de entes paralelos
pañeros que también aspiran a encabezar la candidatura a la Junta, les deseará «toda la suerte del mundo» y que cada uno explique su proyecto político para Andalucía.
¿Un montaje?
En todo caso, Marín reclama la visibilidad de los críticos para que no generen tensiones internas desde el anonimato. «Esto es mucho más serio. Cuando una persona se quiere presentar a unas primarias hace lo que yo he hecho», dijo en una posterior comparecencia ante los medios tras una visita a la sede del partido en Granada. Allí el coordinador general de Ciudadanos en Andalucía mostró sus dudas sobre las verdaderas intenciones de esta cuenta ‘crítica’. «¿Cuál es la intención de cuentas como esta? –se preguntó–. La misma que desde hace años tienen algunas formaciones políticas: que Ciudadanos desaparezca. Esa es la realidad. No soy opinador de opinadores. Si hay algún candidato más que se presente» zanjó Juan Marín.
La ubicación de la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, en la corriente crítica a Marín no es ninguna novedad. La onubense no oculta su interés en la celebración de primarias pero no ha confirmado si presentará batalla, una circunstancia que trasladaría las tensiones del partido al Gobierno andaluz con dos miembros enfrentados.
La participación de Fran Carrillo en la corriente crítica se airea tras el relevo del diputado cordobés como viceportavoz del grupo parlamentario andaluz.
Preguntada por la aparición del perfil crítico la portavoz de Ciudadanos en la Cámara andaluza Teresa Pardo dijo ayer que «no perderá ni un segundo ni un minuto, con la que está cayendo, en valorar cuentas no oficiales». Inés Arrimadas ya avisó de que no es tiempo de primarias en la actual coyuntura de recuperación electoral del partido. Líderes destacado de formación andaluza como el consejero de Educación, Javier Imbroda o la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, ya han dado públicamente su total apoyo a Juan Marín.
Vox ha infligido una nueva derrota parlamentaria al Gobierno de coalición de PP y Ciudadanos en uno de los compromisos alcanzados por estas tres fuerzas políticas: la reorganización y simplificación de la llamada ‘administración paralela’ de la Junta de Andalucía.
La formación de Santiago Abascal se alineó con el PSOE andaluz y Unidas Podemos en el Junta de Portavoces celebrada ayer para tumbar la creación de una comisión de estudio de las auditorías que radiografían 54 entidades del sector público andaluz creado durante los 37 años de mandatos socialistas. PP y Ciudadanos propusieron esta comisión para evaluar los informes y diseñar la hoja de ruta con vistas a adelgazar la «maraña» de empresas, fundaciones y organismos de todo tipo dependientes de la Administración autonómica.
La comisión de estudio, que sólo contó con los votos de los partidos que gobiernan la Junta, no ha salido adelante, lo que pone de manifiesto el distanciamiento del Ejecutivo con el que ha sido su principal apoyo parlamentario en esta legislatura.
La portavoz adjunta de Vox, Ángela Mulas, justificó su rechazo a este órgano por que lo considera una estrategia para «retrasar» las actuaciones que tiene que realizar la Junta asumiendo las conclusiones y recomendaciones que recogen las auditorías encargadas a consultoras privadas. Los informes ponen de manifiesto duplicidades, costes elevados en gastos de personal y cambios en el modelo jurídico de las entidades.
Perplejos
El portavoz parlamentario del PP-A, José Antonio Nieto, no ocultó su «perplejidad» por la postura de su principal aliado parlamentario y de los dos partidos de la izquierda. Dijo no entender que se opongan a que se abra un espacio para expresarse, criticar, proponer alternativas, establecer matizaciones sobre lo que les parece correcto o no, e incluso citar a personas que han realizado las auditorías. «Me parece completamente inaudito y me da pena», afirmó.
A la portavoz del Grupo Socialista,
Ángeles Férriz, en cambio, lo que le parece «inaudito» es que se pretenda utilizar al Parlamento por parte de la Junta «para otra cosa o para fines partidistas», cuando esta institución tiene que ser algo «serio».
La portavoz adjunta de Ciudadanos, Mónica Moreno, expresó su apoyo al proyecto que proponía sin entrar en más valoraciones. Sin embargo, su jefe de filas, Juan Marín, negó después la existencia de «un nuevo PSOE» y criticó la disposición del partido de Juan Espadas a «aliarse» con Vox para que no haya una comisión en el Parlamento que pueda «investigar» qué ha sucedido y «cómo pueden cambiar las cosas» en el sector público instrumental autonómico. Mientras, el portavoz adjunto de Ciudadanos, Julio Díaz, lanzaba sus dardos a Vox y Unidas Podemos al convertirse, dijo, «en los mejores cómplices para no acabar con 37 años de chiringuitos políticos socialistas».
El portavoz adjunto de Unidas Podemos, Guzmán Ahumada, cuestionó que los populares y ‘naranjas’ traten de buscar la implicación de los grupos de la oposición en las auditorías, cuando ya ellos llevan tiempo trabajando antes incluso de publicarlas.
El debate sobre las dimensiones de la Junta de Andalucía y el futuro de sus entes paralelos se trasladó a las distintas comisiones parlamentarias. La consejera de Fomento, Marifrán Carazo, defendió las mejoras de sus agencias y replicó a Vox que «no se puede culpar al actual Gobierno de los casi 40 años anteriores». Por su parte, la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, negó duplicidades entre el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y su consejería, mientras el PSOE echó en falta una defensa de esta entidad «de forma creíble».