Sánchez y Casado se cruzan reproches sin dejar margen para renovar el CGPJ
Podemos aprovecha para pedir que se recupere la reforma para reducir mayorías El PSOE da por hechos los PGE y Podemos pone líneas rojas
Las posiciones en torno a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) son nítidas. No hay margen para el acuerdo en este momento. Y la cuestión está lejos de poder definirse como una negociación. Se ha instalado ya en artefacto para el reproche al adversario. Sin que ninguna de las partes interprete que debe modificar sus posiciones.
Sánchez abría ayer el curso parlamentario reuniendo a los grupos del PSOE en el Congreso de los Diputados. Y su intervención se resumió esencialmente en dos ejes principales: optimismo sobre la recuperación económica y
para dos personas críticas al Partido Popular. Esa será la tónica general hasta que el presidente del Gobierno decida convocar elecciones. Algo que, en este momento, sigue manteniendo que hará al término de la legislatura. A finales de 2023.
Ante los suyos, necesitados de mensajes de fuerza que desplegar en un momento de relevo en las principales portavocías del partido, Sánchez se refirió a la oposición como «la más furibunda que sufre cualquier gobierno de Europa». Una oposición «instalada en la crispación, en el insulto y carente de sentido de Estado». Sánchez ha situado al PP «fuera de la Constitución», acusándolo de no cumplir la ley «porque no le conviene».
Este bloqueo, que el Gobierno personaliza en Pablo Casado, provoca un deterioro democrático, diagnostica el presidente: «Quiero alertar de que el pleno funcionamiento de las instituciones es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestra democracia». La situación actual «daña la democracia» y en tu maleta en Artículos de Viaje de
Pedro Sánchez se mostró ayer confiado sobre la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. En una reunión con los grupos parlamentarios del PSOE, el presidente del Gobierno volvió a decir que se aprobarán en tiempo y forma y que se presentarán a finales de mes o primeros de octubre. Desde Podemos, por su parte, Pablo Echenique advirtió de que aún «es pronto» para valorar unas negociaciones que acaban de empezar y fijó dos líneas rojas: culminar la regularización del alquiler y mejorar el ingreso mínimo vital.
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