Osborne compra Caviar Riofrío para relanzarlo en el extranjero
El objetivo de la piscifactoría es producir cuatro toneladas en 2023
«El Covid no ha frenado los planes de Osborne de comprar otras marcas». Con estas palabras, Fernando Terry, CEO de Osborne, ya avanzó a ABC en septiembre de 2020 que a pesar del Covid la firma continuaría con su política de compras «si hay una buen oportunidad». Tras haber adquirido en agosto del pasado año la marca de whisky español Doble V y en mayo de este año el vermut artesano Domingo y la ginebra súper premium Gold, ahora ha sorprendido al mercado al adquirir el 100% de la empresa productora de caviar ecológico Riofrío 1963. Terry avanza que «no vamos a dejar estudiar otras oportunidades que surjan».
El acercamiento de ambas empresas se produjo en mayo de 2021, cuando Riofrío 1963 buscó a Osborne para que distribuyera su caviar. Y una cosa llevó a la otra. «Hemos cumplido el mandato del consejo de administración de diversificar», ha declarado el CEO del grupo Osborne, que tiene marcas gastronómicas tan conocidas a nivel internacional como el Jamón Cinco Jotas, el brandy de Jerez Carlos I, la ginebra gallega Nordés, Anís del Mono y Bodegas Montecillo, entre otros.
Con la adquisición de la empresa granadina Riofrío 1963, la empresa presidida por Ignacio Osborne incrementa su portafolio de productos gourmet. En este sentido, Terry afirma que el objetivo de Osborne es aumentar la producción de caviar de esturión beluga para su exportación, una actividad ahora muy residual de la empresa recién adquirida.
«Ahora nos vamos a enfocar en integrar el caviar en nuestro portafolio y consolidar las ventas a nivel nacional, así como ir a mercados europeos. El caviar se complementa bien con el jamón Cinco Jotas, pero también con el champán, otro productos que nosotros distribuimos, por lo que hay que buscar sinergias», a juicio de Fernando Terry, que apunta a Francia como uno de los grandes consumidores de caviar de Europa y un mercado cercano al español.
Carlos Cadenas, CEO hasta ahora de Caviar Riofrío 1963, no tendrá puestos ejecutivos dentro de la compañía pero colaborará con Osborne durante un período de transición, apunta Terry. Cadenas ha calificado la venta de la empresa como una buena noticia «para la compañía y para los trabajadores porque la piscifactoría pasa a estar bajo el paraguas de un gran grupo empresarial». Debido a la riada que destrozó las instalaciones en 2018, su producción está limitada a 750 kilos de caviar al año, aunque prevé cerrar este año con una tonelada. «El objetivo es llegar a las 2,5 toneladas en 2022 y a las 4 toneladas en 2023, una cifra idónea para esta factoría, que no ha querido competir con otras en producción masiva porque se ha especializado en una producción reducida, controlada y ecológica», indica Cadenas.
La piscifactoría era propiedad de la sociedad granadina Caviar de Riofrío, perteneciente a un grupo ruso-finlandés que entró en concurso de acreedores en 2014. La unidad productiva fue adquirida por la sociedad Riofrío, de Carlos Cadenas y Antonio Romero (fallecido el pasado año). Tras la pérdida de peces por la riada de 2018, Riofrío 1963 compró un millar de esturiones y ya ha logrado reproducir sus primeros esturiones Beluga.
«Cuando adquirimos la piscifactoría sólo vendía caviar de Despeñaperros para abajo y logramos la expansión nacional de la compañía. El mercado objetivo para la exportaciones de este caviar ecológico es Escandinavia, Estados Unidos, China y Emiratos Árabes», opina el hasta ahora CEO de la compañía, que tiene una concesión de uso de agua por cien años (acaba en 2063), renovable por otros cien años.