El hotel de la Puerta de Jerez abrirá el próximo mes de marzo
Dispondrá de 27 habitaciones y recuperará el aire original del edificio de principios del siglo XX
El nuevo hotel de la Puerta de Jerez ha activado la cuenta atrás para su inauguración. Los promotores vascos Jorge Alba y Beñat Muniategui quieren tenerlo a punto para el próximo mes de marzo cuando empezará a funcionar como un cuatro estrellas superior, recuperando el esplendor del edificio regionalista que albergó hasta hace un año y medio la mítica cafetería Coliseo. De hecho, adoptará de ella el nombre.
El nuevo alojamiento dispondrá de 27 habitaciones dobles repartidas entre las tres plantas del edificio y la terraza. Allí se han habilitado los antiguos trasteros como estancias con un concepto de pasillos abiertos. El bajo y la entreplanta se destinará a la recepción y el restaurante, que «tendrá una oferta gastronómica única en Sevilla y de mucho nivel», explica Beñat Muniategui, quien ha abierto a ABC las puertas de este nuevo hotel que todavía está en obras.
Lo acompaña en el recorrido el arquitecto sevillano Miguel Díaz Zulategui, que se ha encargado de la rehabilitación. La labor no ha sido sencilla, «Cada planta es totalmente diferente, en la primera hay balcones, en la segunda una barandilla, en la tercera unos ventanales espectaculares y en la cuarta tenemos el concepto abierto», señala Díaz Zulategui.
La edificación es obra de los arquitectos regionalistas Aurelio y José Gómez Millán que lo diseñaron en 1928 por encargo de Ildefonso Marañón, fundador del Banco Andalucía. Sus herederos todavía conservan la propiedad que han alquilado a la promotora vasca para rehabilitarla y explotarla como hotel. Y el espíritu de aquella época es lo que se pretende recrear. «Lo haremos con el estilo clásico que ya se ve en las ventanas y en las piezas que tenemos aquí», dice el empresario señalando partes de los sanitarios. Incluso los apliques de la luz tienen ese toque.
Sobre los plazos de la obra, confía en que se cumplan las previsiones y puedan abrir el próximo mes de marzo, coincidiendo con el inicio de la temporada alta de primavera en la ciudad. De hecho, la intención era haber empezado a funcionar algo antes, pensando en este mismo otoño, pero los ritmos administrativos en Sevilla son los que son. Uno de los atractivos de este nuevo alojamiento es la ubicación, compartiendo la plaza con el Alfonso XIII del que tiene una vista privilegiada.
«Estamos encantados con la ciudad y con este edificio. Nosotros ya tenemos un hotel en Bilbao en el que hicimos esto mismo, rehabilitarlo y convertirlo en un lugar con encanto que sea único», dice Muniategui. «De poco sirve tener un edificio histórico y que por dentro parezca una casa nórdica», añade el arquitecto, mientras accede a la terraza. Es aquí donde está la principal diferencia. En lugar de convertirla en un bar o crear un espacio con piscina se han alojado nuevas habitaciones aprovechando los viejos trasteros y la mansarda, que es una pequeña buhardilla con ventanas que tenía el edificio original. Díaz Zulategui indica que «este elemento era muy popular en la fecha y hay muchos ejemplos en la ciudad; sin ir más lejos, en la Plaza de España».
Sobre el restaurante, que se ubicará en la planta baja y la entreplanta como la antigua cafetería Coliseo, no han querido ofrecer más detalles, sólo que «la oferta será de primer nivel». Ese es uno de los sellos de identidad del proyecto bilbaíno que lidera Martín Berasategui y para Sevilla se ha pensado en una figura parecida que los promotores no han querido desvelar. «La negociación está avanzada, pero todavía no se ha firmado y no queremos desvelarlo hasta que sea un hecho», admiten. Habrá que esperar unos meses para conocer el nombre inquilino del local que ahora está en obras y que fue objeto de un pleito con otro empresario sevillano que había adquirido el derecho para hacerse con el arrendamiento. El asunto supuso un pequeño escollo, pero ya está resuelto, dice el promotor, quien asegura que el hotel Coliseo será una realidad la próxima primavera.