El Whatsapp muestra cómo el Gobierno usó al Ejército para encubrir al líder del Polisario
La acusación del caso Gali pide imputar al teniente general del Aire que actuó al servicio de Exteriores
La cadena de mensajes de WhatsApp que se cruzaron dos altos mandos del Ministerio de Exteriores y de Defensa evidencian cómo el Gobierno usó al Ejército del Aire para encubrir la entrada furtiva en España del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, el pasado 18 de abril. Esos mensajes están en manos del juzgado de Zaragoza que investiga lo ocurrido. ABC ha tenido acceso a su contenido.
El juez que lleva el caso, Rafael Lasala, ya imputó hace días al diplomático Camilo Villarino, que en ese momento era el director de gabinete del Ministerio de Exteriores, al servicio de la entonces ministra Arancha González Laya. Ahora, a la vista de los whatsapps, la acusación popular que ejerce el abogado Antonio Urdiales ha pedido que se impute también al teniente general Francisco Javier Fernández Sánchez, que era el segundo jefe del Estado Mayor del Aire y ahora es el representante militar de España ante la UE y la OTAN.
Villarino y el teniente general fueron quienes se cruzaron esos comprometedores mensajes de teléfono móvil, que el juez requirió en el transcurso de sus investigaciones. En ellos se evidencia en todo momento que ambos participan activamente del plan para facilitar la entrada de Gali sin someterlo al control de pasaportes y, así, no dejar constancia de su entrada en España. Gali figuraba en causas penales abiertas en España por varios delitos, entre ellos genocidio.
«Ha sido todo discreto»
Tras completarse esa entrada furtiva en los términos que había indicado Exteriores y que había cursado el teniente general del Aire, éste remata la cadena de mensajes con otro en el que informa a Villarino de que todo ha salido según lo previsto. Pese a que da cuenta de alguna pequeña confusión con la tripulación argelina, el teniente general afirma que «el buen hacer de la Base ha solucionado todo. Confirmo que ha sido todo discreto…», llega a decir en uno de los últimos whatsapp que se cruzó con el jefe de gabinete de Exteriores. «Buen trabajo», le respondió Villarino.
Previamente, en otro mensaje, el jefe de gabinete de Laya había dejado entrever que, además de la colaboración que se garantizó en la cúpula del Ejército del Aire, también tenía cobertura en la parte relativa a control de fronteras. «Quien lo tiene que saber ya lo sabe», escribió. Ante esta frase, la acusación popular ha pedido al juez del ‘caso Gali’ que amplíe la investigación y que, para empezar, identifique a quien estaba al frente del equipo policial de control de pasaportes en el aeropuerto.
«No citaremos a Defensa»
Además de los mensajes de móvil que se cruzaron el 18 de abril Villarino y el teniente general Fernández Sánchez, constan varios más que se enviaron cuatro días después. Fue cuando trascendió en los medios de comunicación que Gali había entrado en España y que estaba hospitalizado en Logroño. Villarino le reenvía al teniente general la noticia que ha salido publicada, y le da garantías de que «en Exteriores no citaremos a Defensa». Es decir, que no iban a desvelar la participación de la cúpula del Ejército del Aire.