∑Los no inoculados tienen once veces más posibilidades de morir por Covid, dice el CDC
Biden utilizará su poder como presidente para imponer la vacunación
LOS planes de Joe Biden de utilizar sus poderes ejecutivos para que la vacuna sea obligatoria para muchos estadounidenses se han encontrado con la oposición abierta de pesos pesados del partido republicano, en especial, de sus gobernadores estatales. «Nos vemos en los juzgados», respondió Kristi Noem, gobernadora de Dakota del Sur, estrella emergente del partido a nivel nacional, y promotora de una gestión laxa de la pandemia, con muy pocas restricciones al funcionamiento de los negocios.
Estos últimos serán los grandes afectados por los planes de Biden, que quiere imponer la vacuna obligatoria -o el sometimiento a test semanales- para las plantillas de empresas con más de cien empleados. También lo requeriría para los millones de empleados federales y contratistas del Gobierno federal, así como para las clínicas y hospitales que participan en Medicaid y Medicare, los dos programas de salud pública federal de EE.UU. En total, la obligatoriedad afectaría a unos 80 millones de personas, es decir, dos tercios de todos los trabajadores de EE.UU.
Como Noem, quienes están teniendo más voz en la revuelta republicana contra la obligatoriedad son los gobernadores de estados republicanos. El de Texas, uno de los motores económicos del país, Greg Abbott, aseguró que los planes de Biden son un «asalto a la empresa privada» y que se opondrá a ello.
Sus homólogos en Georgia, Brian Kemp, y Wyoming, Mark Gordon, ya han anunciado acciones legales contra Biden. «Adelante con ello», respondió ayer el presidente de EE.UU. ante la amenaza de demandas en su contra, que redobló su apuesta por exigir vacunaciones. «Sin estos gobernadores no nos ayuda a pelear contra la pandemia, utilizará mi poder como presidente para impedir que sean un obstáculo», dijo.
Biden aseguró ayer estar «decepcionado» con la respuesta de muchos republicanos, a quienes acusó de estar «despreocupados por la salud de los niños, por la salud de sus comunidades». Los planes del presidente son su último intento de controlar la evolución de la pandemia, que gana terreno en Estados Unidos con el impulso de la variante Delta. La media de contagios diarios está ahora en 150.000, frente a los poco más de 11.000 a mediados de enero. Con ellos, el nivel de hospitalizaciones y fallecimientos se han disparado, en especial, en los estados con menores niveles de vacunación. La mayoría de ellos, como en los estados sureños, tienen fuerte implantación republicana.
Obligar es antiamericano
La voz más influyente del partido republicano, el expresidente Donald