Sergio Ramos inquieta al PSG
∑Se esperaba que reapareciera hoy, pero la semana pasada sufrió otra lesión, en un gemelo, y no sabe cuándo jugará
Es el peor año de su vida deportiva. Sergio Ramos paga ahora, a los 35, todos los esfuerzos realizados durante lustros en el Real Madrid. Su menisco de la rodilla izquierda dijo basta en enero y ahí comenzó una serie de lesiones y recaídas que se agravaron por su ansia por reaparecer cuanto antes y jugar las semifinales de la Champions ante el Chelsea y estar listo para la Eurocopa. El PSG esperaba que pudiera debutar hoy, tras el parón de selecciones, pero una nueva lesión, ahora en un gemelo, ha frenado otra vez ese deseo. El andaluz estará de baja al menos otras dos semanas y los aficionados del equipo se preguntan qué pasa con Ramos, que solo ha disputado siete encuentros este año, cinco con el Real Madrid y dos con España, después de ser titular fijo con el club blanco durante los últimos cinco meses de 2020.
Ramos se perdió en agosto las dos primeras jornadas de la Liga francesa y no podrá estrenarse esta tarde ante el Clermont. Tampoco debutará en la Champions, el miércoles frente al Brujas, y no jugará el siguiente partido liguero, ante el Olympique de Lyon, uno de los principales rivales de su equipo en el campeonato galo.
El vía crucis del sevillano es tan largo como duro, física y psicológicamente. Fue operado del menisco el 6 de febrero. Después llegaron dos reapariciones tan anticipadas como erróneas, equivocadas, en su deseo de ser protagonista en el Real Madrid lo antes posible. Se probó ante el Elche con el fin de medirse al Atalanta en la Champions. Luego descansó ante el Celta. Nadie entendió que al día siguiente se concentrara con la selección. Con Luis Enrique solo participó en dos de los tres encuentros programados en el pasado mes de marzo. Y en el último, frente a Kosovo en Sevilla, el 31 de marzo, se rompió al realizar un entrenamiento posterior al partido con los compañeros que no habían tenido minutos.
128 días sin competir
Forzó para enfrentarse al Chelsea, en el partido de vuelta de semifinales de la Copa de Europa, el 5 de mayo. Se lesionó. Recayó en su dolencia muscular. No fue convocado para Luis Enrique para la Eurocopa y ahora es una molestia en un gemelo la que le hace recaer y retrasar de nuevo su vuelta a los campos. No ha vuelto a vivir un partido oficial desde hace 128 días.
El golpe de no renovar por el Real Madrid le afectó personalmente. Tras la tormenta, fichó por el PSG. Se centró en recuperarse para debutar con el Paris Saint-Germain en agosto. No pudo ser. Una irritación de un tendón destrozó su pretemporada con el equipo francés a finales de julio. Habló con Pochettino y el técnico valoró con el defensa que lo prioritario era recuperarse bien para jugar cuando sus sensaciones fueran las que ha sentido durante tres lustros de carrera. Ese momento aún no ha llegado.
El anhelo de todos por verle jugar se ha topado con la cruda realidad. El PSG publicó un comunicado, el 19 de agosto, en el que señalaba que el regreso de Ramos a la competición estaba previsto «tras el parón internacional de selecciones de septiembre». Ha pasado ese periodo y hoy tampoco está en condiciones. El 7 de septiembre, el club galo expuso en otro parte médico que «Ramos continúa con su preparación física» y ayer emitió un comunicado que descubría otra nueva lesión: «En su proceso de reacondicionamiento físico, apareció una molestia en el gemelo la semana pasada y requirió una adaptación de su carga de trabajo. A partir de la semana que viene reanudará su preparación individual en el campo».
La inquietud en el seno del Paris Saint-Germain es lógica. Han fichado un central de talla mundial y este cúmulo de problemas no le permite competir. El andaluz no quiere precipitarse. No desea dar más pasos en falso. Quiere reaparecer cuando se sienta bien, porque no puede jugar a medio gas en una liga tan exigente físicamente como la francesa.
En el PSG se analiza que su estrés psicológico por jugar también ha afectado en esta situación. Lleva nueve meses con la obsesión por estar en el césped, primero con el Real Madrid, luego con la selección española y ahora con el conjunto parisino. Sin embargo, Mauricio Pochettino quiso quitar ayer presión al defensa, al asegurar que la situación del español no le inquieta. «Sigue los pasos que tiene que hacer», afirmó el técnico, pero en el club galo si hay cierta desazón por la tardanza en la recuperación del jugador, uno de los fichajes del verano.