«La Defensa es costosa pero salva vidas»
∑El coronel sevillano y nuevo jefe de la Base cree que el terrorismo y la inmigración se recrudecerán en Europa tras lo ocurrido en Afganistán
—Tomó el mando de la base hace un mes y le pilló la evacuación de Afganistán.
—Las aeroevacuaciones suponen un rol importante para nosotros y la de Afganistán ha sido muy exigente. Dimos un paso adelante para comprometernos con los que nos ayudaron y la valoración de la operación es positiva. Fue una decisión política correcta.
—Usted estuvo en Afganistán al principio de la misión internacional.
—Sí, estuve seis meses en la base Bernardo Gálvez y me llenó mucho esa experiencia. Recuerdo que aterrizábamos en la calle central del pueblo, asegurábamos la pista y verificábamos que todo estaba bien para la llegada de helicópteros y aviones de carga o provisiones.
—¿Qué sintió cuando vio las imágenes de cientos de personas corriendo por el aeropuerto de Kabul junto a un avión poco antes de despegar?
—Me impresionaron esas imágenes y me recordaron esa misión. Recuerdo una sensación increíble al llegar al aeropuerto y cómo a medida que pasaba el tiempo te ibas adaptando a todo lo que había allí y, en cierto modo, deshumanizando. Recuerdo la cantidad de niños que abordaban a los militares y que todos sabíamos que alguno de ellos podía llevar explosivos porque los terroristas los usaban. No obstante, llega un momento en que es inevitable asumir esos riesgos y esos niños y sus familias necesitan ayuda.
—Supongo que los militares españoles que participaron en estas operaciones tendrán una sensación agridulce: salvaron muchas vidas pero se dejaron atrás otras. ¿Se podía haber traído a más personas?
—Sí. Y, por supuesto, a todos nos hubiera gustado poder traernos a más gente porque sabíamos que el que se quedara en tierra lo iba a pasar mal. De todas maneras, hemos sacado mucha más gente de lo que pensábamos y la valoración de la operación es positiva. Está claro que la misión internacional de Afganistán no ha cubierto todos los objetivos que perseguía. No hemos conseguido dejar atrás un país estable en el que se pudiera vivir bien.
—¿Le duele eso?
—Sí. Duele el paso atrás y ver lo que ha ocurrido con todo el trabajo de tantos años. Las instalaciones que nosotros creamos al principio de la misión son de las primeras que tomaron los talibanes en su ofensiva de agosto.
—¿Se recrudecerá el terrorismo yihadista en Europa tras el triunfo talibán en Afganistán?
—Un país inestable crea las bases para el crecimiento de actividades terroristas. Mi apreciación personal es que tanto el terrorismo como el tema de la inmigración van a agravarse.
—Finalmente no llegó a la base de Morón ningún refugiado afgano.
—Nos preparamos para recibirlos pero no llegó ninguno. Los que trajo España fueron a Torrejón, aunque nosotros ayudamos con la logística. También hemos apoyado a Estados Unidos en su misión de evacuar a unas 30.000 personas con urgencia. Se montaron tres barracones con una capacidad para 400 personas pero había otras dos áreas muy bien acondicionadas. En total estaba preparado para acoger a 750 personas desde mediados de agosto hasta el 9 de septiembre, día que los norteamericanos empezaron a desmontarlo.
—¿Por qué cree que se decartó Morón finalmente?
—Porque Rota tenía un hospital completo y nosotros no. Ésa fue la razón.
—¿Cómo fue la reacción de los sevillanos
El coronel sevillano Enrique Fernández Ámbel se crió en el Porvenir, donde vivió hasta los 18 años. Es piloto de Eurofighter y fue jefe del Grupo 11 de Fuerzas Aéreas en la Base Aérea de Morón desde 2014 hasta 2017 y jefe de Operaciones Estratégicas desde agosto de 2018 hasta agosto de 2021, cuando se hizo cargo de la jefatura máxima de la base. Tiene de la comarca donde se asienta la Base?
—Extraordinaria. La sociedad local ha estado volcada con la ayuda a los refugiados y se recolectaron ropa y alimentos. Yo frené las iniciativas solidarias hasta saber qué iba a pasar.
—¿Le sorprendió esta reacción?
—No, porque siempre nos han ayudado. Nos dijo el alcalde de Morón que se quería mucho a la base y es cierto. El Ejército del Aire es muy querido y nosotros estamos muy agradecidos.
—¿Sevilla ha salido reforzada en esta operación de evacuación por el éxito del A400M?
—Sí. Se trata de una plataforma en la que se ha invertido mucho dinero en tecnología y se ha demostrado que en este tipo de misiones funciona muy bien. Y la evacuación de personas es una de las más importantes que tenemos. Ha hecho muy bien la ruta entre Kabul y Emiratos y se ha visto que el A400M puede aportar muchísimo.
—Todo esto cuesta mucho dinero.
—La inversión es costosa pero salva vidas y sirve para que la industria nacional crezca y todo lo que hacemos repercute en beneficio de la sociedad. Y hemos sido capaces de traernos a dos mil españoles y afganos. Creo que hay que ver la Defensa como una inversión, no como un gasto.
—Hasta que no pasa nada parece que el Ejército no es necesario o un gasto superfluo. ¿Hubiera sido posible sin el Ejército evacuar de Kabul a esos miles de personas amenazadas?
—No. Y tenemos que estar siempre preparados. Ahora se ha visto que es necesario pero hay muchas más misiones y responsabilidades que afrontamos.
—¿Cuáles, por ejemplo?
—Protegemos nuestro espacio aéreo y hemos ayudado veinticuatro horas siete casi 3.000 horas de vuelo, casi todas con cazas, y participó en una misión internacional tras la guerra en los Balcanes y en otras en Estonia y otros países. Amante de la Feria y de la Semana Santa, salió en la Paz durante muchos años y dice que las hermandades tienen el mismo simbolismo y respeto a las tradiciones que los ejércitos. días a la semana. Ayudamos también a proteger el de Rumania, Estonia y Lituania porque todo esto repercute en nuestra seguridad. También luchamos contra la piratería y el tráfico de personas y la plataforma del P-3 está haciendo un extraordinario servicio en la operación ‘Atalanta’. Lo que no podemos hacer es llegar cuando ya han secuestrado los barcos: hay que proteger a la gente antes de que la ataquen.
—¿Por qué es tan importante la misión que realizan en Mali?
—Mali y otras son fundamentales para evitar en España y el resto de Europa graves problemas de inmigración. Hablamos también de Libia o Mauritania porque al final todo desemboca en España. Si logramos estabilizar Mali y toda la zona del Sahel, nos beneficiaremos mucho. Inmigración y terrorismo son dos cosas que están muy asociadas. Esos pobres hombres que se mueven desde Mali y Libia buscan mejorar sus vidas porque no tienen más remedio, pero hay que luchar contra el tráfico de personas. Tenemos que ayudar a crear proyectos entre civiles y militares para desarrollar esos países. Y eso exige inversiones y gente desplegada allí con material operativo.
—¿La reducción presupuestaria les ha afectado mucho?