El todo o la nada
Chisporroteos
Faltan aún varias conversaciones para sacar adelante el nuevo decreto episcopal de tal manera que en las próximas semanas se puedan llevar a cabo rosarios, traslados... pero, ¿y procesiones? ¿Una procesión de gloria en una parihuela sustitutiva de un paso? En estos días se va a intentar definir toda la regulación que marcará el culto público en los meses que vienen.
Para Semana Santa, el Consejo y hasta el Ayuntamiento tienen claro que las cosas se hacen como siempre o no se hacen. Pero en San Gregorio se quieren tener planes alternativos de organización, no de formato, por si la pandemia diera un quiebro. Por ello hay intención de plantear varios escenarios y aplicarlos según estemos en la próxima primavera.
Entre los segundos y terceros niveles de la curia se han detectado tensiones en torno a cuándo se debía derogar el decreto de Asenjo. Si fuera por algunos ya hubiera decaído, y si fuera por los tristes estaría vigente hasta el día del juicio. Lo que parece es que se han dejado pasar aposta las fiestas del 8 y el 12 de septiembre para evitar euforia procesional en los pueblos y en la capital. Un alto cargo de la curia prácticamente garantiza que el mes que viene puedan celebrarse rosarios y traslados y algún tipo de procesión «adaptada» al estado de pandemia. misa que celebró un debutante patrocinada por un alto cargo curial con más curas que un concilio y con ágape posterior en un conocido salón de celebraciones de bodas de alto copete. dos, ya que se da por hecho la salida del teniente Miguel Ángel Vaz, invisible en estos años. Había ideas de colocar ahí también al hermano mayor del Rocío de Sevilla, Gabriel Rojas, pero son cargos incompatibles. Antes de las elecciones se presentará el manto de la coronación restaurado. Dicen que con esto se pretende apuntalar el tema patrimonial que no ha sido el fuerte de un Cabrero más volcado en lo social.
Manuel Vizcaya
Compás de espera para saber si Santiago Álvarez presenta su candidatura. Cabrero ya está haciendo la suya. Llama la atención la pretensión de poner a Eduardo Dávila como número