Municipios de la Sierra de Huelva, divididos entre el turismo y preservar sus fincas
La temporada turística en los municipios serranos, sobre todo de la provincia de Huelva, se inicia en este mes de octubre buscando el equilibrio entre la explotación turística necesaria para reactivar la economía tras la pandemia y la preservación de las cosechas de las fincas privadas a las que acceden muchos turistas que desconocen que no se pueden recoger setas o castañas.
El Ayuntamiento de la localidad onubense de Castaño del Robledo ha denunciado una serie de destrozos que se están produciendo en la nueva señalización instalada en los senderos del municipio para fomentar el turismo. Según el consistorio castañero, estos actos vandálicos se vienen produciendo por parte de algunos propietarios de las fincas próximas a los caminos públicos, tratando así de evitar el paso por sus terrenos a los senderistas.
De esta forma, la reciente labor de señalización realizada en Castaño del Robledo de los caminos rurales que trascurren por todo el término municipal «para fomentar el turismo sostenible» se ha visto truncada por estos actos de vandalismo, en una época que comienza la temporada de senderismo y que se desarrollan actividades como la recolección de setas de temporada además de la recogida de la castaña en la Sierra de Huelva.
Sobre la intención de algunos dueños de las fincas del término castañero próximas a los senderos, el consistorio ha señalado que «como ocurre siempre en estos pueblos, hay propietarios que usurpan caminos públicos y los cierran o sencillamente los hacen desaparecer con arados y otras técnicas, para que nadie pase por ellos o que con el tiempo olviden su existencia». Sin embargo, a pesar del malestar de los propietarios de las fincas que atraviesan, algunos caminos públicos como el que transcurre entre Castaño del Robledo y Alájar, se encuentra abierto a los visitantes, así como los senderos que comunican el pueblo con el Puente de los Casares el paraje de La Urraleja, la Ribera de Jabugo y el Cerro del Castaño, un sendero cuyas señales han sufrido actos vandálicos, ya que «el dueño de algunas de esas fincas se niega a que por ahí pase ningún viandante, ignorando la gravedad de sus actos y cometiendo un grave delito al impedir el paso a las personas por vías públicas».
El consistorio de Castaño del Robledo reconoce que «hay personas que no saben respetar la propiedad privada, y destrozan castaños y nogales para llevarse su fruto, mermando así la recolecta de algunos propietarios y generando malestar por su falta de civismo».