El autor extremeño presenta su última novela histórica mañana en el Aula de Cultura de ABC
Los quehaceres de la parroquia de San José, en Mérida, no le han impedido a Jesús Sánchez Adalid publicar una novela al año desde el 2000. Mañana, miércoles, llega al Aula de Cultura de ABC de Sevilla, conducido por el periodista Francisco Robles, con su última entrega: ‘Las armas de la luz’. Lo hace para charlar sobre sus vocaciones tardías: «Empecé a escribir a los 40, y ya llevo 22 años haciéndolo. Empecé tarde en casi todo, en realidad». Después de ejercer dos años como juez, estudió Filosofía y Teología, ordenándose más tarde como sacerdote. El de San Benito también quiere hacer un llamamiento a la concordia y expresar su temor ante el odio que rezuman las redes sociales. Ha elaborado toda una teoría de la luz, relacionando esta con la sensatez. Cuenta con la Medalla de Extremadura y el Premio de Novela Fernando Lara. Charla sobre historia, también. Sobre esos siglos del Alto Medievo que de oscuros que resultan a él le apasionan, por eso ha decidido, como antes hiciera en ‘El camino mozárabe’ y ‘Los baños del pozo azul’, arrojar algo más de claridad. Ambientar en tal escenario nuevas andanzas.
Poco va contar sobre su próximo proyecto, en el que se aventura por primera vez en la Primera Guerra Mundial, aunque algo ha aprendido de marketing durante todo este tiempo: «Me adentro en un misterio enorme. Os va a encantar, ya me llamáis para entrevistarme de nuevo». La que presenta ahora, de hecho, comienza así, con un secreto como premisa. Tres barcos arriban a la costa tarraconense y dejan un extraño presente en el pequeño puerto de Cubelles. Ese es el punto de partida de la hazaña de dos jóvenes que acabarán viajando al Alto Urgell en el siglo XI. El temido Almanzor, militar andalusí, ha muerto. El conde Armengol I está a punto de unirse a la gran alianza de condes y magnates que han decidido independizarse al fin del reino franco y romper a su vez con las servidumbres impuestas por el poderoso califato de Córdoba, que terminará cayendo en declive. Todo está agitado y ellos, los protagonistas, están en medio. Como la joven que lucha por amor con lo que puede y ese montón de personajes que van cruzándose en una trama documentada con fidelidad. Que se arrastra puertas adentro por fortificaciones y castillos. Por casas particulares y acontecimientos que trocaron el rumbo de la historia.
El terror de Almanzor
¿En qué contexto se desarrolla este periplo? Pues en uno «tremendamente convulso. De confusión y de violencia. Almanzor había generado pánico en toda la cristiandad. Había saqueado Barcelona, por ejemplo, en el 985, bombardeando la ciudad con cabezas de cautivos y destruyéndola. La gente
«Son una representación perfecta de la insensatez, que es justo lo contrario a la
luz, la concordia»
«Necesitamos más hombres como él, porque la división está de moda y no hace
bien»