Ha merecido la pena

Por supuesto que no todo ha sido bueno en este atípico San Miguel. Pero no podrán negarme que ha dejado imágenes que jamás olvidaremos. Las singulares verónicas y chicuelinas que le vemos por primera vez a Ortega en esta plaza. La rotunda faena de Emilio de Justo a un toro de Victorino. El toreo exquisito de Urdiales con el que entra por fin en el corazón de Sevilla. El gran momento que vive Luque. La raza de Ureña arrancado una oreja a un toro imposible. La completa actuación de Escribano con el Miura proclamado mejor toro de la feria. ¿Y que decir de Morante? ¿Desde cuándo no vemos la plaza convertida en un manicomio como la tarde que se enfrentó a ese toro de Juan Pedro por el que nadie apostábamos. Sí, la espera ha sido larga, pero ha merecido la pena. podrían sentirse muy descontentos con el Gobierno de Pedro Sánchez y sus peligrosos aliados, pues parece obvio que ensancharla por la derecha resultaría muy difícil desde que surgió VOX y su defensa de una serie de principios y batallas culturales que han ido siendo abandonados por los populares; y que harían imposible ensanchar la base del PP por su izquierda y por su derecha a la misma vez. Pero lo cierto es que analizando la deriva de sus programas electorales y sobre todo sus actuaciones, el citado ensanchamiento por su izquierda no constituiría ninguna novedad; porque de hecho es lo que viene realizando desde hace ya bastante tiempo.

La casi vuelta a la normalidad trae asociada una triste evidencia entre los menores. El botellón no es sólo alcohol, ruido e ingente suciedad en la vía pública. Se está obviando un tremendo problema: nuestros adolescentes ven el consumo de la marihuana como algo normal y en absoluto nocivo, cuando la realidad es que tenemos cada vez más casos de esquizofrenia asociados al policonsumo. Los botellones han reactivado el uso y abuso de drogas como la cocaína o la heroína. Cada vez hay más jóvenes con problemas de adicción. Añadamos a éstos la ludopatía creciente con las casas de apuestas virtuales o la última adicción tecnológica, las redes sociales. Me causa estupor cuando escucho a algunos padres que consideran que invaden la intimidad de su hijo por acceder a su móvil o tablet. Sólo ellos son responsables de los posibles delitos que pueda cometer su hijo menor por el mal uso de esas tecnologías. ¿Qué lección damos a unos adolescentes que sólo parecen tener derechos y cuasi ninguna obligación?