∑La previsión del Ministerio indica que el próximo año cerrará en 5,5 millones, el mismo dato de 2017 ∑Sí crecerá el negocio de carga aérea, con un 14% más de mercancías transportadas que en el año 2019
El aeropuerto no volverá a los siete millones de pasajeros hasta 2026
El aeropuerto de Sevilla, aun con la ampliación de la terminal ya funcionando, no recuperará el tráfico comercial que tenía antes de la pandemia hasta dentro de cinco años. Esa es la previsión que recoge el nuevo Documento de Regulación Aeroportuaria para el marco 2022-2026, conocido como DORA II, que ya ha aprobado el Consejo de Ministros. En concreto señala que al final de este plan San Pablo estará en 7,2 millones de pasajeros, unos 300.000 menos que al cierre de 2019. Para el próximo ejercicio el volumen de viajeros será de 5,5 millones, el mismo nivel de 2017.
El horizonte que dibuja el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que es el que ha redactado la estrategia, muestra un aeródromo muy distinto al que se conocía, con un mayor peso de viajeros nacionales y con un tráfico internacional todavía en retroceso dentro de cinco años. De hecho, calcula que el 51,57% de las personas que pasaran por la terminal sevillana serán de nacionalidad española, mientras que el 47,13% procederán de destinos europeos dentro del espacio Schengen. Por el contrario, el 0,96% serán ciudadanos no comunitarios.
Para armar esta hipótesis se ha utilizado la predicción para España de la Agencia Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol), teniendo en cuenta los nuevos escenarios de recuperación y el efecto de la vacunación en todo el mundo. Aunque pueda parecer pesimista, Sevilla se encuentra en la misma tesitura que el resto de aeropuertos de su mismo grupo, entre los que están Valencia, Fuerteventura, Bilbao, Tenerife Norte, Menorca y Santiago de Compostela. También va en consonancia con la evolución que tendrán los hubs españoles, que son Madrid y Barcelona, que tampoco volverán a los niveles de 2019 hasta dentro de cinco años, cerrando el próximo ejercicio con 21 y 17 millones menos de pasajeros, respectivamente, lo que supone