«Criticar y juzgar se ha convertido en un deporte»
La intérprete y productora de la premiada ‘The Morning Show’ habla sobre la ‘cultura de la cancelación’
Jennifer Aniston
Después de los explosivos acontecimientos de la primera temporada, el segundo año de la galardonada serie ‘The Morning Show’, de Apple TV+, presenta a sus protagonistas surgiendo de los restos del naufragio causado por Alex, personaje interpretado por Jennifer Aniston. Las realidades identitarias dejan a varios personajes ‘cancelados’. Continúa la lucha narrativa en torno al #MeToo y se agregan otros giros de guion, como la elección de Joe Biden y la repercusión del Covid-19. En un año turbulento, la redacción de ‘The Morning Show’ olvida el rigor y se contagia del caos en una deliciosa sátira de la actualidad.
Producida por Aniston y Reese Witherspoon, el elenco al completo regresa, un grupo exclusivo que incluye a Steve Carell, Billy Crudup, Mark Duplass y Marcia Gay Harden. —En la serie se siente el drama y el caos provocado por el #MeToo y la pandemia.
—No hacía falta prender la imaginación porque la realidad nos ofrecía un incontable número de historias. Lo que necesitaron los guionistas fue hilvanar con cuidado los giros y vueltas de la narración. No nos hemos alejado mucho de la primera temporada. Siguen existiendo las luchas, los referentes marginados y la ‘cultura de la cancelación’. Fue divertido crear una serie en tiempo real mientras observamos al mundo aprender su nueva normalidad. Esperamos haberlo hecho con honestidad. Hemos intentado ser responsables sin olvidar que hacemos entretenimiento —¿Qué destacaría de esta segunda temporada?
—Abordamos los problemas de frente y ventilamos las conversaciones que tienen lugar a puerta cerrada, que normalmente nadie dice en voz alta por miedo a verse marginado. —¿Cómo vivió la pandemia?
—Nunca ha habido un momento de más cambios. Somos capaces de cosas terribles y de otras grandes y ninguno de nosotros es solo bueno o malo. Esta serie aborda muy bien la ‘cultura de la cancelación’ y el costo humano de exiliar a la gente y condenarlos por algo que hicieron, juzgándolos como si el resto fueran perfectos, cuando nadie lo es.
—Usted, como tu personaje, ha sufrido a manos de la prensa sensacionalista.
—El periodismo ha cambiado mucho con el surgimiento de las redes sociales; ahora hay información con el único propósito de confundir. Las noticias están mucho más politizadas y es muy difícil para el público encontrar la verdad.
—¿Como lo viven las nuevas generaciones?
—La brecha generacional con las noticias es muy interesante, especialmente la forma en que exploramos nosotros en esta temporada. Los jóvenes argumentan en blanco y negro y eso está mal. Las noticias de la mañana solían ser un lugar seguro porque, tradicionalmente, nos hacían sentir mejor, pero ahora el mundo está implosionando. Todo el mundo busca sangre.
—La serie dice que el éxito y la fama tienen un precio.
—Estoy de acuerdo al cien por cien. Hay un costo, pero también puede revalorizarte. Pero ya no puedes hacer las cosas que solías hacer. Te expones como artista para el público. Criticar y juzgar se ha convertido en un deporte y cambia de una semana a la siguiente. Lo que has dicho siempre se saca de contexto.
—Esta nueva temporada cubre un terreno difícil.
—No creo que sea difícil, es solo la verdad. Procesar cosas como el racismo sistémico dentro de la industria de los medios, la homofobia, el sexismo, la discriminación por edad, son temas significativos. Estamos en un ajuste de cuentas cultural y la gente se siente realmente cómoda expresándose dentro de este juego salvaje.
«Abordamos los problemas de frente, cosas que
normalmente nadie dice en voz alta por miedo»
EL CINE EN TELEVISIÓN