Atacan a estudiantes constitucionalistas en el campus, ante la pasividad del rectorado
Radicales independentistas destrozan una carpa de S’ha Acabat! contra la imposición lingüística
La libertad de expresión está amenazada en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) si un grupo de estudiantes no puede exponer, pacífica y democráticamente, sus posiciones políticas. Ayer, quedó demostrado, una vez más, que la coacción, el insulto, la amenaza y la violencia que impone un grupo reducido de radicales independentistas pone en peligro la convivencia en el campus universitario catalán. El rectorado de la UAB dejó hacer a los acosadores y los Mossos d’Esquadra no intervinieron para evitarlo.
Decenas de estudiantes independentistas atacaron, este miércoles por la mañana, la carpa que la entidad constitucionalista S’ha Acabat! instaló en la plaza Cívica del campus de la UAB para exponer su oposición a la imposición lingüística en las universidades, que lleva a cabo la Consejería de Investigación y Universidades que dirige Gemma Geis. Al poco de desplegar el material informativo, varios radicales se acercaron a la decena de estudiantes de la entidad insultándolos y amenazándolos.
Seguidamente y tras saltar el cordón de agentes de seguridad del campus, que protegían a los organizadores de la carpa, los atacantes asaltaron la carpa, la rompieron e intentaron robarla, como así hicieron con parte del material que se exhibía, según explicaron a ABC distintas fuentes vinculadas a la asociación que presenciaron lo sucedido. Los radicales entonaron varias consignas amenazantes: «Pim, pam, pum, que no quede ni uno» y «Fuera fascistas de la universidad».
Calvet: «Auténtico pánico»
Júlia Calvet, presidenta de S’ha Acabat!, denunció que los atacantes acudieron «con bengalas de humo» y les lanzaron «plátanos, mecheros y zumo». Y señaló que pasaron miedo, pues los miembros de la entidad constitucionalista, así como Rafael Arenas, catedrático de Derecho de la UAB, que acudió a la carpa, estuvieron acorralados hasta poco antes de las dos del mediodía. «Han sido tres horas de auténtico pánico», añadió Calvet.
La asociación centró sus quejas contra el rectorado de la universidad. Durante
el ataque, la decena de miembros de S’ha Acabat! que estuvo defendiendo la instalación solicitó ayuda a los responsables de la UAB, para que intervinieran los Mossos d’Esquadra. Pero el rectorado no hizo nada y varias furgonetas de la policía autonómica se quedaron a las puertas del campus, sin intervenir.
Mientras se producía el acoso, Carlos Carrizosa, líder de Cs en Cataluña, alertó de la situación en el pleno del Parlamento de Cataluña, que coincidió en el tiempo. Las reacciones no se hicieron esperar en Twitter. Carrizosa pidió a Joan Ignasi Elena, consejero de Interior, la intervención de los Mossos. Nada que hacer. Carrizosa y
Alejandro Fernández, presidente del PP catalán, aseguraron que Elena negó la ayuda policial.
Seguía el acoso en la UAB cuando Carrizosa, acompañado de varios diputados, y el líder de Vox en la comunidad, Ignacio Garriga, se desplazaron hasta la UAB para dar su apoyo a S’ha Acabat!
Comunicado de la UAB
El silencio del equipo de gobierno de la UAB se rompió hacia las seis de la tarde con un comunicado sin calificar «los hechos ocurridos», expresando su deseo de que el campus sea «un ejemplo de convivencia pacífica» y lamentando «la instrumentalización ideológica que se hace del campus universitario por parte de determinados partidos». Desde Universitaris per la Convivència señalaron que el comunicado de la UAB era «insuficiente».