Más ruina en el Barça de la esperada
∑La auditoría desvela la quiebra del club por la gestión de Bartomeu, que «fichaba sin saber si podía pagar» y abonaba comisiones hinchadas a intermediarios
Se lo imaginaba, pero no era del todo consciente. Ahora Joan Laporta ya sabe la ruina en la que está sumido el Barcelona. La fotografía del momento económico y financiero que se deriva de la ‘due diligence’ refleja una situación delicada después de que el CEO de la entidad, Ferran Reverter, desvelara ayer que se encontraron «un club con patrimonio negativo y que estaba en quiebra; si fuera una SAD, era motivo de disolución». El ejecutivo desgranó los ingresos (631 millones), los gastos (1.136), el resultado neto financiero (menos 51) y el impacto Covid (92) según LaLiga, destacando: «Debemos mucho más (1.482 millones) de lo que tenemos (259) o nos deben (772)».
Reverter desveló pagos astronómicos en comisiones, facturas troceadas para evitar el control de la junta, falta de protocolos para contratar proveedores («Se doblaban estructuras en Barça y Fundación o se contraían deudas sin pasar por asamblea») y culpó a Bartomeu y a su directiva de «una gestión nefasta». Tanto que Laporta ha encargado un estudio forensic (investigación interna que se hace en el seno de una compañía para esclarecer determinados asuntos sobre posibles casos de prácticas ilegales internas o poco éticas) para decidir si emprende acciones legales.
El aumento descontrolado de la masa salarial es uno de las causas del descontrol económico del club, como demuestra que «el Barça se ha gastado, entre salarios y amortizaciones, 1.400 millones solo en cuatro jugadores», en referencia a Messi, Coutinho, Dembélé y Griezmann. Y Reverter desveló nuevos conceptos retributivos en los contratos de los jugadores: «Premios por fidelidad o primas de final de contrato, que son parte del salario, pero que se computan en los últimos años, con formato de pirámide invertida». Además, el ejecutivo denunció que «se han detectado también comisiones de 48 millones a intermediarios no habituales», a los que se pagaba hasta el 33%, cuando lo habitual era que recibieran el 5%.
El CEO explicó operaciones deficitarias cuya consecuencia es «un modelo no sostenible y una masa salarial disparada, el incremento de la deuda con jugadores y la dificultad en sus salidas». Los fichajes de Griezmann, el trueque Neto-Cillessen o el intercambio Pjanic-Arthur son algunos ejemplos. «Fichábamos jugadores y no sabíamos si los podíamos pagar, no había planificación en la compra de futbolistas, que se hacía de forma alocada», lamentó. «Para comprar a Griezmann,